11 Octubre 2009
UNA DELICIA. El dulce de leche integra el patrimonio gastronómico de la Argentina. FOTO TOMADA DE LA COCTELERA.NET
BUENOS AIRES.- El tiempo pasa pero sigue vigente. Hoy se conmemora en la Argentina el día del dulce de leche que, junto al mate, las empanadas y el asado, forma parte del patrimonio cultural de la gastronomía nacional.
El tradicional producto puede presentarse de distintas formas: en potes familiares, para repostería, para helado y puede elaborarse con leche de vaca, de oveja, de cabra y de búfala, según explicó el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines.
El manjar existe en muchos países con distintos nombres como doce de leite, milk sweet, confiture de lait, radaby, fanguito y cajeta, y su origen es aún indefinido, ya que varias naciones de América Latina y de Europa se atribuyen su creación.
Algunos relatos cuentan que en Chile, el general José de San Martín lo degustó durante su gesta libertadora y que pronto se trasladó a Mendoza. La historia más conocida indica que en 1815, en una estancia de Buenos Aires que pertenecía al Juan Manuel de Rosas, una criada mulata preparaba leche para hacer unos mates y esperar la llegada de su patrón, quien iba a firmar el Pacto de Paz con el general Juan Lavalle, su adversario político.
Inesperadamente, la mujer se dio cuenta que en el catre de Rosas estaba recostado Lavalle, quien había llegado antes, por lo que salió de la cocina y abandonó la olla en el fuego, con leche y azúcar. Al hervir se convirtió en dulce de leche.
Un relato similar se conoce en Francia aunque, según dicen los expertos, sucedió en 1815. Al parecer, el hallazgo, también fue accidental y sucedió en una campaña Napoleónica, donde se distribuía a diario una ración de leche azucarada caliente para los veteranos de guerra.
Un cocinero que estaba preparando la mezcla y abandonó la olla en la hornalla encendida, y luego de hervir nació el sabroso dulce y el cocinero creador entró en la historia de la gastronomía francesa. (Télam)
El tradicional producto puede presentarse de distintas formas: en potes familiares, para repostería, para helado y puede elaborarse con leche de vaca, de oveja, de cabra y de búfala, según explicó el Centro Argentino de Promoción del Dulce de Leche y Afines.
El manjar existe en muchos países con distintos nombres como doce de leite, milk sweet, confiture de lait, radaby, fanguito y cajeta, y su origen es aún indefinido, ya que varias naciones de América Latina y de Europa se atribuyen su creación.
Algunos relatos cuentan que en Chile, el general José de San Martín lo degustó durante su gesta libertadora y que pronto se trasladó a Mendoza. La historia más conocida indica que en 1815, en una estancia de Buenos Aires que pertenecía al Juan Manuel de Rosas, una criada mulata preparaba leche para hacer unos mates y esperar la llegada de su patrón, quien iba a firmar el Pacto de Paz con el general Juan Lavalle, su adversario político.
Inesperadamente, la mujer se dio cuenta que en el catre de Rosas estaba recostado Lavalle, quien había llegado antes, por lo que salió de la cocina y abandonó la olla en el fuego, con leche y azúcar. Al hervir se convirtió en dulce de leche.
Un relato similar se conoce en Francia aunque, según dicen los expertos, sucedió en 1815. Al parecer, el hallazgo, también fue accidental y sucedió en una campaña Napoleónica, donde se distribuía a diario una ración de leche azucarada caliente para los veteranos de guerra.
Un cocinero que estaba preparando la mezcla y abandonó la olla en la hornalla encendida, y luego de hervir nació el sabroso dulce y el cocinero creador entró en la historia de la gastronomía francesa. (Télam)
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