11 Octubre 2009
De la apertura del XXIV Encuentro Nacional de Mujeres, en el club Tucumán Central, sólo participaron grupos que coinciden en el reclamo de que esta práctica deje de ser punible. "El 80% de la sociedad lo exige. Si en el país se registran casi tantos abortos como nacimientos, el Estado debe atender el asunto", dijo Vilma Ripoll, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores-Nueva Izquierda.
"Con hipocresía no se puede resolver el problema; miles de mujeres se realizan abortos; algunas serán católicas", planteó. Ripoll dijo que no se puede ir a contramano de la humanidad. "Más de la mitad de la población mundial tiene despenalizada esta práctica. Si una persona no quiere abortar, que no lo haga y que el Estado le garantice los medios para criar a sus hijos. Pero debe ser un derecho para quien quiera hacerlo; y este debe tener la garantía de que será gratuito y aséptico", expresó.
Estadísticas oficiales
Vanina Biasi, miembro de la Coordinadora contra la Trata de Personas de la ciudad de Buenos Aires, fue más tajante. "La discusión no pasa por 'aborto sí, aborto no', porque las estadísticas oficiales dicen que en el país se realizan, por año, 500.000 abortos; que deben ser mucho más. Por lo tanto, el debate pasa por qué política de salud se propone", puntualizó. Según la dirigente, el planteo de las que promueven la despenalización es superador del actual: "la propuesta de la Iglesia, lo que hoy rige, incentiva el aborto clandestino; tenemos que cambiarla por educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir".
En el discurso de inauguración, Mariana Burgos, de la Casa de la Mujer Norma Nassif, criticó la legislación local: "somos una de las tres provincias que aún no tiene ley propia ni adhesión a la ley nacional de salud sexual y procreación responsable. Exigimos su adhesión y aplicación. El aborto clandestino es la principal causa de muerte de las mujeres en el país y en Tucumán. Se calcula que muere una mujer por día. Las que mueren son las pobres".
"Con hipocresía no se puede resolver el problema; miles de mujeres se realizan abortos; algunas serán católicas", planteó. Ripoll dijo que no se puede ir a contramano de la humanidad. "Más de la mitad de la población mundial tiene despenalizada esta práctica. Si una persona no quiere abortar, que no lo haga y que el Estado le garantice los medios para criar a sus hijos. Pero debe ser un derecho para quien quiera hacerlo; y este debe tener la garantía de que será gratuito y aséptico", expresó.
Estadísticas oficiales
Vanina Biasi, miembro de la Coordinadora contra la Trata de Personas de la ciudad de Buenos Aires, fue más tajante. "La discusión no pasa por 'aborto sí, aborto no', porque las estadísticas oficiales dicen que en el país se realizan, por año, 500.000 abortos; que deben ser mucho más. Por lo tanto, el debate pasa por qué política de salud se propone", puntualizó. Según la dirigente, el planteo de las que promueven la despenalización es superador del actual: "la propuesta de la Iglesia, lo que hoy rige, incentiva el aborto clandestino; tenemos que cambiarla por educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal, seguro y gratuito para no morir".
En el discurso de inauguración, Mariana Burgos, de la Casa de la Mujer Norma Nassif, criticó la legislación local: "somos una de las tres provincias que aún no tiene ley propia ni adhesión a la ley nacional de salud sexual y procreación responsable. Exigimos su adhesión y aplicación. El aborto clandestino es la principal causa de muerte de las mujeres en el país y en Tucumán. Se calcula que muere una mujer por día. Las que mueren son las pobres".
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