14 Septiembre 2009
TIENEN TODO EN ORDEN. Aráoz, Bulacio y Galván están orgullosos. La cancha de San Martín está impecable.LA GACETA / JOSE NUNO
"¡Mirá qué bueno! El campo está impecable", destacó un plateísta, que no dejaba de elogiar el muy buen estado de la cancha de los "santos".
Rubén Bulacio, Oscar Aráoz y Edgardo Galván son los responsables de que el césped de La Ciudadela se parezca mucho a una alfombra verde. "Todo lo que aprendimos se lo debemos a 'Lelo' García. Todo un maestro para los que tenemos la misión de mantener un campo en buenas condiciones", comentó Bulacio, en agradecimiento a uno de los mejores cancheros de la Argentina. En 1988, gracias a una gestión de Pedro Nelson Chabay, García, que estaba a cargo de la cancha de Vélez, vino a Tucumán y dejó su enseñanza.
"El césped es delicado, pero ahora, gracias a la construcción de canchas auxiliares, en el complejo se lo puede mantener mejor", explicó Bulacio, que es empleado del club desde 1985. Tanto el piso como el césped necesitan un tratamiento para preservar su buen estado. "La siembra se la realiza en distintas épocas. Hay semillas de invierno y de verano, lo que hace que la germinación sea distinta", apuntó Bulacio. Por la dimensión del campo, en cada siembra se utilizan 500 kilos de semillas. "Habitualmente se lo hace durante el receso. En ese tiempo se trabaja la tierra y se siembra. Después hay que esperar entre 15 o 20 días para que crezca. Para un partido, el césped no puede tener más de 2 centímetros de largo. A Ferraro le gusta que el campo tenga ese corte. Hay otros técnicos que prefieren que el césped sea más alto", dijo Galván.
Pero a pesar del cuidado, muchas veces el césped sufre algunas alteraciones. "Lo que pasa es que está expuesto a distintas plagas, como los famosos grillos topos. Estos se encargan de destruir las raíces y permiten que aparezcan los manchones amarillos. También están los 'cebollines', un césped duro que si no lo eliminás invade todo", remarco Aráoz.
Hay distintos tipos de césped. "Nosotros utilizamos el Raigra, que es un césped muy bueno para el invierno. Para verano ponemos el kikuyo y el Bermuda. El campo necesita un corte permanente. Nosotros lo hacemos tres o cuatro veces a la semana. Por nuestro clima, el crecimiento es importante. Por ejemplo, lo cortás hoy y al otro día ya creció 1,5 centímetro", señaló Bulacio.
Pero además de remar con el césped, estos empleados cumplen otras funciones. "Somos los encargados de marcar el campo; colocamos y sacamos las redes y los banderines; hacemos el mantenimiento de las máquinas y estamos atentos a cada uno de los requerimientos del cuerpo técnico. Tratamos de cumplir con todo. Así es nuestra profesión y estamos orgullosos de ejercerla en San Martín", expresó Galván.
Rubén Bulacio, Oscar Aráoz y Edgardo Galván son los responsables de que el césped de La Ciudadela se parezca mucho a una alfombra verde. "Todo lo que aprendimos se lo debemos a 'Lelo' García. Todo un maestro para los que tenemos la misión de mantener un campo en buenas condiciones", comentó Bulacio, en agradecimiento a uno de los mejores cancheros de la Argentina. En 1988, gracias a una gestión de Pedro Nelson Chabay, García, que estaba a cargo de la cancha de Vélez, vino a Tucumán y dejó su enseñanza.
"El césped es delicado, pero ahora, gracias a la construcción de canchas auxiliares, en el complejo se lo puede mantener mejor", explicó Bulacio, que es empleado del club desde 1985. Tanto el piso como el césped necesitan un tratamiento para preservar su buen estado. "La siembra se la realiza en distintas épocas. Hay semillas de invierno y de verano, lo que hace que la germinación sea distinta", apuntó Bulacio. Por la dimensión del campo, en cada siembra se utilizan 500 kilos de semillas. "Habitualmente se lo hace durante el receso. En ese tiempo se trabaja la tierra y se siembra. Después hay que esperar entre 15 o 20 días para que crezca. Para un partido, el césped no puede tener más de 2 centímetros de largo. A Ferraro le gusta que el campo tenga ese corte. Hay otros técnicos que prefieren que el césped sea más alto", dijo Galván.
Pero a pesar del cuidado, muchas veces el césped sufre algunas alteraciones. "Lo que pasa es que está expuesto a distintas plagas, como los famosos grillos topos. Estos se encargan de destruir las raíces y permiten que aparezcan los manchones amarillos. También están los 'cebollines', un césped duro que si no lo eliminás invade todo", remarco Aráoz.
Hay distintos tipos de césped. "Nosotros utilizamos el Raigra, que es un césped muy bueno para el invierno. Para verano ponemos el kikuyo y el Bermuda. El campo necesita un corte permanente. Nosotros lo hacemos tres o cuatro veces a la semana. Por nuestro clima, el crecimiento es importante. Por ejemplo, lo cortás hoy y al otro día ya creció 1,5 centímetro", señaló Bulacio.
Pero además de remar con el césped, estos empleados cumplen otras funciones. "Somos los encargados de marcar el campo; colocamos y sacamos las redes y los banderines; hacemos el mantenimiento de las máquinas y estamos atentos a cada uno de los requerimientos del cuerpo técnico. Tratamos de cumplir con todo. Así es nuestra profesión y estamos orgullosos de ejercerla en San Martín", expresó Galván.
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