Rincón "santo"
14 Septiembre 2009
De rosa. Tiro Federal estrenó su casaca rosa con números dorados en La Ciudadela. Cuando los simpatizantes "santos" descubrieron los colores de la indumentaria del rival, se burlaron de los futbolistas. Al finalizar el encuentro, por pedido de un dirigente del club de La Ciudadela, un auxiliar se presentó en el vestuario visitante para hacer un intercambio de casacas. "Dígale que va a tener que esperar porque sólo tenemos un juego. En la segunda rueda vamos a poder cambiarlas sin ningún problema", le explicó un dirigente rosarino al empleado del club.

Lluvia negra. Fue algo fuera de lo común. Desde los cuatro sectores del estadio los hinchas se quejaron por la lluvia de cenizas, producto de la quema de caña. Los suplentes y el cuerpo técnico del equipo visitante quedaron sorprendidos por el fenómeno.

Cambios.
Personal de una empresa de seguridad privada se encarga de controlar el ingreso del público a La Ciudadela. Antes del partido contra Defensa y Justicia se registraron incidentes cuando los integrantes de "La banda del Camión" entraron a la fuerza a la tribuna. Ayer, esa facción de la hinchada "santa" no presenció el encuentro.

Ataque de furia.
El arquero de Tiro, Miguel Cárdenas, explotó sobre el final del partido. Primero insultó de la peor manera a los defensores de su equipo luego del tercer gol de Alvarez. Después, al término del encuentro, invitó a pelear a Aldo Visconti, delantero del "santo". Las cosas no pasaron a mayores porque un policía obligó a Cárdenas a marcharse al vestuario. "Me voy caliente porque no podemos perder así. Vamos a tener que charlar largo y tendido con mis compañeros porque esta situación no se puede repetir más. Todo fue por culpa de nuestras distracciones", expresó Cárdenas.

Secuelas. En el rostro del delantero Facundo Castillón quedaron las huellas de uno de los tantos encontronazos que mantuvo con Diego "El Salvaje" Martínez. El delantero, que convirtió el segundo gol después de robarle la pelota a su implacable marcador, llevaba una bolsa de hielo sobre el ojo izquierdo. "Me pegó un codazo. En realidad me pegó durante todo el partido. Pero ya está, son cosas del fútbol. Me dolió mucho más perder que los golpes que recibí", comentó el joven atacante antes de subir al micro que trasladó al plantel a Rosario.

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