02 Septiembre 2009
SOBREPASADOS. Los hinchas rodearon el estadio en busca de una platea; 4.000 de ellos deberán esperar por una popular. NA
BUENOS AIRES/ROSARIO.- Tres días antes del clásico contra Brasil, el asistente técnico de la Selección argentina, Alejandro Mancuso, calentó la espera del partido al afirmar que el equipo de Carlos Dunga renunció al jogo bonito. "No piensa en el fútbol bonito, abierto. Jugará cerrado, en la marca, siempre otorgando prioridad al resultado", vaticinó.
Para comprobar su teoría, el ex jugador recordó que el técnico brasileño excluyó del grupo de convocados a algunos de los futbolistas con más talento ofensivo. "No están Ronaldinho ni Alexandre Pato. Ellos serían titulares en cualquier selección del mundo", opinó. Pese a las críticas, aseguró que respeta al tradicional rival de Argentina.
"Respetamos, pero no le tenemos miedo a Brasil. Son cosas diferentes. Escuchamos unas declaraciones según las cuales Dunga convocó a Adriano porque le tenemos miedo. No le tenemos miedo a Adriano ni a nadie", aclaró.
Mancuso comentó que la llegada de Diego Maradona al comando de Argentina representó un cambio muy positivo para el equipo, en especial en lo que se refiere a la motivación. "Incendia a los jugadores, habla mucho del país, del himno, de la camiseta. Les dice que el pueblo necesita tener una felicidad, y que nosotros podemos dársela", señaló.
El asistente contó que el técnico conoce con exactitud el estilo del equipo de Dunga. "Ya hemos visto cuatro o cinco partidos recientes, sabemos cómo juega. La Selección está muy bien, consciente de lo que está jugando. Es un partido importantísimo: tenemos que hacer todo con conciencia porque es un rival complicado, con personalidad y jugadores de primer nivel. Será espectacular", pronosticó.
No más plateas
Por otro lado, las 5.600 plateas que se pusieron a la venta para el partido se agotaron hoy en menos de nueve horas y unas 4.000 personas se quedaron sin conseguir su boleto, por lo cual muchas de ellas continuaron la espera hasta el viernes, para comprar una entrada popular.
La Policía dispuso un triple vallado en la medida que veía que la cantidad de compradores superaba holgadamente a la mercadería a la venta e incrementó casi en el doble la cantidad de efectivos. Muchos de ellos alertaron a quienes más lejos estaban de las boleterías que debían resignar su intención.
A las 17.30 se vendió la última platea de $ 350 pesos. En la fila había 7.000 hinchas y se vendieron hasta dos entradas por persona. (DyN-DPA)
Para comprobar su teoría, el ex jugador recordó que el técnico brasileño excluyó del grupo de convocados a algunos de los futbolistas con más talento ofensivo. "No están Ronaldinho ni Alexandre Pato. Ellos serían titulares en cualquier selección del mundo", opinó. Pese a las críticas, aseguró que respeta al tradicional rival de Argentina.
"Respetamos, pero no le tenemos miedo a Brasil. Son cosas diferentes. Escuchamos unas declaraciones según las cuales Dunga convocó a Adriano porque le tenemos miedo. No le tenemos miedo a Adriano ni a nadie", aclaró.
Mancuso comentó que la llegada de Diego Maradona al comando de Argentina representó un cambio muy positivo para el equipo, en especial en lo que se refiere a la motivación. "Incendia a los jugadores, habla mucho del país, del himno, de la camiseta. Les dice que el pueblo necesita tener una felicidad, y que nosotros podemos dársela", señaló.
El asistente contó que el técnico conoce con exactitud el estilo del equipo de Dunga. "Ya hemos visto cuatro o cinco partidos recientes, sabemos cómo juega. La Selección está muy bien, consciente de lo que está jugando. Es un partido importantísimo: tenemos que hacer todo con conciencia porque es un rival complicado, con personalidad y jugadores de primer nivel. Será espectacular", pronosticó.
No más plateas
Por otro lado, las 5.600 plateas que se pusieron a la venta para el partido se agotaron hoy en menos de nueve horas y unas 4.000 personas se quedaron sin conseguir su boleto, por lo cual muchas de ellas continuaron la espera hasta el viernes, para comprar una entrada popular.
La Policía dispuso un triple vallado en la medida que veía que la cantidad de compradores superaba holgadamente a la mercadería a la venta e incrementó casi en el doble la cantidad de efectivos. Muchos de ellos alertaron a quienes más lejos estaban de las boleterías que debían resignar su intención.
A las 17.30 se vendió la última platea de $ 350 pesos. En la fila había 7.000 hinchas y se vendieron hasta dos entradas por persona. (DyN-DPA)
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