02 Septiembre 2009
EMOCION. Una niña se apresta a realizar el viaje de otrora, desde Praga. REUTER
PRAGA, República Checa.- Un tren a vapor partió de Praga con destino a Londres para homenajear al británico sir Nicholas Winton, quien poco antes del comienzo de la invasión a Polonia salvó a cientos de niños judíos de la deportación nazi. El "Tren Winton" rememora el trayecto que a fines de agosto de 1939 hicieron 669 niños checos de procedencia judía a quienes el corredor de bolsa británico salvó de una muerte segura en los campos de concentración nazis.
Winton, que en mayo cumplió 100 años, puso a los niños al cuidado de familias adoptivas. Ayer, 27 de aquellos niños repitieron el viaje de cuatro días y el viernes, al igual que en 1939, serán recibidos por Winton en Londres.
Como una aventura
Una de las niñas, Milena Grenfell-Baines, tenía nueve años cuando junto con su hermana de 4 años y su prima de 30 meses se embarcaron en uno de los ocho coches que llevaron a los menores hasta Reino Unido. "Fue como una aventura para nosotros. No teníamos ni idea de lo que podría pasarnos", dijo ayer Milena, que recordó cómo una ruidosa muchedumbre despidió el tren que partió de un andén cubierto de vapor.
Winton mantuvo en silencio su labor altruista durante medio siglo, hasta que a fines de la década de 1980 su mujer descubrió un álbum de recortes sobre la operación mientras limpiaba su casa. Hace dos años, otro tren atravesó también media Europa hasta Auschwitz para recordar un viaje muy distinto: el de los niños judíos que no consiguieron escapar al horror nazi y terminaron sus días en los campos de exterminio. (Télam)
Winton, que en mayo cumplió 100 años, puso a los niños al cuidado de familias adoptivas. Ayer, 27 de aquellos niños repitieron el viaje de cuatro días y el viernes, al igual que en 1939, serán recibidos por Winton en Londres.
Como una aventura
Una de las niñas, Milena Grenfell-Baines, tenía nueve años cuando junto con su hermana de 4 años y su prima de 30 meses se embarcaron en uno de los ocho coches que llevaron a los menores hasta Reino Unido. "Fue como una aventura para nosotros. No teníamos ni idea de lo que podría pasarnos", dijo ayer Milena, que recordó cómo una ruidosa muchedumbre despidió el tren que partió de un andén cubierto de vapor.
Winton mantuvo en silencio su labor altruista durante medio siglo, hasta que a fines de la década de 1980 su mujer descubrió un álbum de recortes sobre la operación mientras limpiaba su casa. Hace dos años, otro tren atravesó también media Europa hasta Auschwitz para recordar un viaje muy distinto: el de los niños judíos que no consiguieron escapar al horror nazi y terminaron sus días en los campos de exterminio. (Télam)
Lo más popular