Pacientes, referentes del campo y opositores apoyaron el reclamo del personal de la salud

Chiquitos, frágiles y con la tristeza de quienes ya están acostumbrados a sufrir, Brian Díaz, Tatiana Carrasco (ambos de cinco años) y María de los Angeles Ferreira, de cuatro, sostenían carteles casi a la altura de las rodillas de las personas que los rodeaban. Eran consignas de apoyo al reclamo de los trabajadores de la salud y de denuncia por el mal estado de la escuela del Hospital de Niños. Los tres van periódicamente a la institución porque sufren problemas crónicos.
Ayer, junto a sus madres, formaron parte de la multitudinaria marcha del Movimiento de Autoconvocados de la Salud Pública, para reclamar al Gobierno la reestructuración salarial para todo el sector, el 82% móvil para los jubilados y la incorporación a planta permanente de más de 5.000 contratados y temporarios.

"Atienden muy bien"
Brian sufre retraso madurativo al igual que María de los Angeles. Tatiana padece insuficiencia renal crónica. Sus madres, Mónica Galim, Paola Díaz e Hilda Ferreyra dijeron que el reclamo es justo. "Atienden muy bien a nuestros hijos todas las semanas. Nosotros, como todo pobre, vamos al hospital porque no tenemos obra social. Sin ellos no sé qué sería de nosotros", afirmó Hilda.
Pese a que el Gobierno había declarado ilegal el paro de ayer,  la movilización fue más numerosa que todas las anteriores. "El secretario de Trabajo, Roberto Jiménez, declaró ilegal el paro. ¿Pero es consciente de la ilegalidad de los sueldos que percibimos? Si ellos (las autoridades) están preocupados por los pobres que van a los hospitales, nosotros lo estamos más. Hace muchos años que vemos crecer la exclusión social, y a los pobres los atendemos nosotros. Tengo 32 años de servicio y gano $ 3.200", afirmó el médico Angel González, del Hospital de Niños.
La marcha, realizada en la plaza Independencia, contó con el apoyo de la Facultad de Medicina y de la Escuela de Enfermería de la UNT, del Colegio Médico, como así también de movimientos de izquierda, referentes opositores, del campo, pacientes, estudiantes y docentes de Medicina, entre otros grupos.

Incertidumbre
"Estamos aquí porque queremos un salario digno ¿Es eso ilegal? No tenemos miedo, sino incertidumbre, porque no sabemos si vamos a poder alimentar y vestir a nuestros hijos", dijo Julio Silva, del hospital de Niños.
"El secretario de Trabajo intenta sembrar miedo, pero le decimos: ¡quédese con nuestro día no trabajado; jamás podrá quedarse con nuestra dignidad!", dijo Sergio Amaya, del hospital de Leales.

Vallado policial
Luego del acto, los manifestantes marcharon hacia la Legislatura donde se había montado un vallado policial para impedir el paso de la columna. Entonces, se dirigieron a la sede del Siprosa, donde realizaron un ruidoso cacerolazo.  "No queremos romper el diálogo. Al contrario. Queremos hablar de ilegalidad: de los trabajadores en negro, de los pagos en negro y de los contratos chatarra", expresó el cirujano Raúl Segovia, del Centro de Salud.
Jorge Mora, de la Maternidad, anunció que hoy se harán asambleas en todos los hospitales y que el lunes, a las 13, los delegados se reunirán en el Centro de Salud para decidir de qué manera continuará el plan de lucha.
A lo largo de la movilización, los manifestantes recibieron el apoyo de muchísimas personas. Les llovieron aplausos de los edificios y de los comercios y hasta hubo peatones que se sumaron a la marcha. "Este reclamo es salarial. ¿Quién puede vivir con una jubilación de $ 900 después de 30 años de servicio, como ocurre con algunas enfermeras? Ese salario significa pertenecer al segmento de indigentes. Queremos ser trabajadores con protección legal y  pedimos que rija la ley de carrera sanitaria N° 5.908", expresó Jorge Ramacciotti, del Padilla.
El gobernador, José Alperovich, en tanto, destacó que cuando inició su mandato un médico ganaba $ 650 y ahora ninguno gana menos de $ 2.800". El primer mandatario ratificó que la medida de fuerza de los médicos autoconvocados es ilegal y anunció que no sólo se descontará el día de paro sino también las jornadas de quite de colaboración que cumplió el personal de la salud.

Cruces verbales
En la Legislatura.- El conflicto entre el Gobierno y el personal de los hospitales públicos fue motivo de un cruce verbal durante la sesión de ayer de la Legislatura. El radical José Cano reclamó la estabilidad laboral de los empleados que son contratados o monotributistas. La peronista Beatriz Avila defendió el plan sanitario y destacó los aumentos y la inversión en salud en la gestión de José Alperovich.

Asentadas en actas.- Los delegados autoconvocados dicen que la medida de fuerza fue decidida en asambleas democráticas, asentadas en actas y comunicada al Gobierno. Además, que está amparada por el artículo 14 bis de la Constitución y los convenios 87 y 88 de la OIT de rango constitucional. Rechazan por improcedente, ilegal y violatoria de la libertad sindical la presunta declaración de ilegalidad de la medida de fuerza y exige una negociación de buena fe para resolver el conflicto.