09 Agosto 2009
El economista jefe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), Jorge Colina, comparó el gasto público social con el previsional. "Los requerimientos previsionales son muy grandes; alcanzan al 40% del gasto y queda muy poco espacio para atender el gasto en pobreza. Y como la pobreza es mucho más aguda entre los niños, porque en los hogares pobres hay muchos niños, se gasta en forma insuficiente para atender a los niños. Es el problema de la frazada corta", aseveró Colina. "Según datos del Ministerio de Economía de la Nación, el gasto en jubilaciones y pensiones está en el orden del 8% del PBI, mientras que el gasto en promoción y asistencia pública, que vendría a ser dinero para gente pobre, que es donde están la mayoría de los niños, es de sólo un 1,6%. Son datos de 2007", reseñó.
Colina aseveró que entre los niños la incidencia de la pobreza es 10 puntos mayor a la de la población argentina total. "Si uno pone todos los niños entre 0 y 18 se encontrará con que el 40% es pobre. En general, la pobreza en nuestro país alcanza el 30%, y entre las poblaciones más viejas es menor al 10%, porque ahí aparece el gasto público previsional", explicó.
El economista afirmó que el problema de la sábana corta está presente en todos los países, aunque en los desarrollados no es tan dramático como en la Argentina. "En Europa hay un gran gasto previsional, pero muy pocos niños son pobres. Este es un problema de los países en vías de desarrollo, como el nuestro", dijo.
Afirmó que la corrección de este problema no pasa por desplazar el gasto público en previsión a los niños, sino buscar mecanismos para generar más recursos. "Es crucial que los padres puedan tener mejores remuneraciones. Para ello se necesita mucha inversión y un mercado laboral con protección social para el desempleo, y que no se pongan regulaciones rígidas ni altos impuestos al trabajo, porque necesitamos que los padres de los niños pobres tengan empleo. Luego, hay un problema residual, que se puede ayudar con el gasto público asistencial", explicó.
Colina aseveró que entre los niños la incidencia de la pobreza es 10 puntos mayor a la de la población argentina total. "Si uno pone todos los niños entre 0 y 18 se encontrará con que el 40% es pobre. En general, la pobreza en nuestro país alcanza el 30%, y entre las poblaciones más viejas es menor al 10%, porque ahí aparece el gasto público previsional", explicó.
El economista afirmó que el problema de la sábana corta está presente en todos los países, aunque en los desarrollados no es tan dramático como en la Argentina. "En Europa hay un gran gasto previsional, pero muy pocos niños son pobres. Este es un problema de los países en vías de desarrollo, como el nuestro", dijo.
Afirmó que la corrección de este problema no pasa por desplazar el gasto público en previsión a los niños, sino buscar mecanismos para generar más recursos. "Es crucial que los padres puedan tener mejores remuneraciones. Para ello se necesita mucha inversión y un mercado laboral con protección social para el desempleo, y que no se pongan regulaciones rígidas ni altos impuestos al trabajo, porque necesitamos que los padres de los niños pobres tengan empleo. Luego, hay un problema residual, que se puede ayudar con el gasto público asistencial", explicó.
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