05 Agosto 2009
"CASA PATERNA". Con pequeños trazos y manchas sombrías, el artista definía uno de sus paisajes favoritos.
Mañana a las 20.30 en la sala principal del Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro se inaugurará la muestra denominada "Homenaje al Maestro Luis Lobo de la Vega".
La misma cuenta con alrededor de 70 trabajos, que conforman gran parte de la obradel artista tucumano, su colección familiar, y otras de coleccionistas particulares y del patrimonio del Museo. Según se informó, habrá un recorrido por las distintas etapas de su producción desde su formación hasta sus últimas obras. Además se proyectará un video sobre la vida y obra del artista.
Esta muestra, que estará en exposición hasta el 30, y que se podrá visitar de martes a domingos, de 9.30 a 12.30 y de 17 a 20.30, forma parte del Programa "Homenajes" que el museo "Timoteo Navarro" llevará a cabo durante el corriente año y en el 2010, con motivo del centenario del natalicio de Lobo de la Vega, Timoteo Navarro y Ezequiel Linares. La curaduría está a cargo de Gloria de Gentilini.
Criterio
"El criterio curatorial parte de tratar de mostrar un panorama general de la producción de Luis Lobo de la Vega, intentando mostrar no únicamente la producción que pone el acento en el paisaje, sino en otros géneros que desarrolló como el dibujo. La muestra se concentra en la última producción del artista en la que incorpora la figura humana a los paisajes. También exhibiremos retratos y paisajes dibujados", le contó a este diario la curadora.
Gentilini recuerda que conoció al maestro cuando era su profesor en el Departamento de Artes, y que posteriormente entabló una relación con él y su familia, sobre todo con Sarita. "Me acuerdo de esas noches tan lindas que pasamos en la peña El Cardón, a la que frecuentaba mucho", afirmó.
Con jóvenes
A "Lobito" le gustaba rodearse de artistas mucho menores que él, a quienes recibía en su casa en El Corte (donde tenía su taller y enseñaba) o con quienes compartía empanadas y vino en la peña de Las Heras primera cuadra. Le gustaba decir: "no me codeo con los viejos". Allí, en el cerro, le gustaba caminar y estar cerca a la vegetación, de los árboles y de las plantas.
"Su forma de ver el arte era de una juventud que más de un joven no tiene. Poseía una humildad que sólo da la grandeza. Llegó a un punto y supo mantenerse en él con dignidad. No tenía humos. La calidad de su pintura hacía juego con su persona. Cuando murió, perdimos a un señor de las artes plásticas con mayúsculas", afirmó el artista Roberto Koch.
"Terminó siendo como un padre en la pintura, una referencia inmportantísima", sostuvo Víctor Quiroga, cuando falleció el maestro. "Aunque no hacíamos lo mismo, nos unían la pintura costumbrista, el sentimiento de defender lo nuestro. El con sus paisajes y yo con mis personajes, mitos, leyendas y folclore. Fue el último maestro que nos quedaba de la generación de Spilimbergo, y fue un patriarca del arte en Tucumán", agregó "Tito" Quiroga.
La misma cuenta con alrededor de 70 trabajos, que conforman gran parte de la obradel artista tucumano, su colección familiar, y otras de coleccionistas particulares y del patrimonio del Museo. Según se informó, habrá un recorrido por las distintas etapas de su producción desde su formación hasta sus últimas obras. Además se proyectará un video sobre la vida y obra del artista.
Esta muestra, que estará en exposición hasta el 30, y que se podrá visitar de martes a domingos, de 9.30 a 12.30 y de 17 a 20.30, forma parte del Programa "Homenajes" que el museo "Timoteo Navarro" llevará a cabo durante el corriente año y en el 2010, con motivo del centenario del natalicio de Lobo de la Vega, Timoteo Navarro y Ezequiel Linares. La curaduría está a cargo de Gloria de Gentilini.
Criterio
"El criterio curatorial parte de tratar de mostrar un panorama general de la producción de Luis Lobo de la Vega, intentando mostrar no únicamente la producción que pone el acento en el paisaje, sino en otros géneros que desarrolló como el dibujo. La muestra se concentra en la última producción del artista en la que incorpora la figura humana a los paisajes. También exhibiremos retratos y paisajes dibujados", le contó a este diario la curadora.
Gentilini recuerda que conoció al maestro cuando era su profesor en el Departamento de Artes, y que posteriormente entabló una relación con él y su familia, sobre todo con Sarita. "Me acuerdo de esas noches tan lindas que pasamos en la peña El Cardón, a la que frecuentaba mucho", afirmó.
Con jóvenes
A "Lobito" le gustaba rodearse de artistas mucho menores que él, a quienes recibía en su casa en El Corte (donde tenía su taller y enseñaba) o con quienes compartía empanadas y vino en la peña de Las Heras primera cuadra. Le gustaba decir: "no me codeo con los viejos". Allí, en el cerro, le gustaba caminar y estar cerca a la vegetación, de los árboles y de las plantas.
"Su forma de ver el arte era de una juventud que más de un joven no tiene. Poseía una humildad que sólo da la grandeza. Llegó a un punto y supo mantenerse en él con dignidad. No tenía humos. La calidad de su pintura hacía juego con su persona. Cuando murió, perdimos a un señor de las artes plásticas con mayúsculas", afirmó el artista Roberto Koch.
"Terminó siendo como un padre en la pintura, una referencia inmportantísima", sostuvo Víctor Quiroga, cuando falleció el maestro. "Aunque no hacíamos lo mismo, nos unían la pintura costumbrista, el sentimiento de defender lo nuestro. El con sus paisajes y yo con mis personajes, mitos, leyendas y folclore. Fue el último maestro que nos quedaba de la generación de Spilimbergo, y fue un patriarca del arte en Tucumán", agregó "Tito" Quiroga.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular