04 Agosto 2009
BUENOS AIRES.- Cuando la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) condena la avanzada venezolana de establecer los llamados "delitos mediáticos" para regular la libertad de expresión, proyecto con el que el presidente, Hugo Chávez, intenta "terminar de demoler las viejas estructuras del Estado burgués", está abriendo un necesario y gran paraguas para cubrir futuras complicaciones para la prensa en la Argentina. Mucho más cuando en Venezuela se asistió al bochorno de una invasión armada de chavistas ultras al canal Globovisión, que viene denunciando hostigamientos contra sus directivos para que suavice su línea editorial.
¿Por qué asimilar la situación en Venezuela a lo que pueda ocurrir en la Argentina? Según Adepa, porque el avance de Chávez se está dando "dentro del triste camino de deterioro de las libertades públicas que viene registrando Venezuela, cuya sombra se cierne sobre toda América latina". Si bien el acercamiento estratégico de la Argentina con el gobierno de Chávez se ha convertido en los últimos tiempos en distanciamiento en temas financieros y en enfriamiento en cuestiones comerciales, las dos querellas inició aquí la Secretaría de Informaciones contra el diario "La Nación", sólo por opinar en notas editoriales, parecen tener el mismo patrón ideológico de Venezuela. De allí que ADEPA se cura en salud, sobre todo cuando se intenta, como en este caso, criminalizar el ejercicio del periodismo. O cuando trata de evitar, como alertaron los editores, que el clima autoritario y hostil se despliegue en proyectos cuya inspiración apunte a la concentración informativa en manos del poder político de turno, en referencia directa al paquete de señales televisivas estatales que se pretende lanzar en la Argentina.
¿Por qué asimilar la situación en Venezuela a lo que pueda ocurrir en la Argentina? Según Adepa, porque el avance de Chávez se está dando "dentro del triste camino de deterioro de las libertades públicas que viene registrando Venezuela, cuya sombra se cierne sobre toda América latina". Si bien el acercamiento estratégico de la Argentina con el gobierno de Chávez se ha convertido en los últimos tiempos en distanciamiento en temas financieros y en enfriamiento en cuestiones comerciales, las dos querellas inició aquí la Secretaría de Informaciones contra el diario "La Nación", sólo por opinar en notas editoriales, parecen tener el mismo patrón ideológico de Venezuela. De allí que ADEPA se cura en salud, sobre todo cuando se intenta, como en este caso, criminalizar el ejercicio del periodismo. O cuando trata de evitar, como alertaron los editores, que el clima autoritario y hostil se despliegue en proyectos cuya inspiración apunte a la concentración informativa en manos del poder político de turno, en referencia directa al paquete de señales televisivas estatales que se pretende lanzar en la Argentina.
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