La charla de vestuario sirve para alcanzar metas

La charla de vestuario sirve para alcanzar metas

Como en el fútbol, los líderes de las empresas deben redefinir estrategias y motivar a los trabajadores para que griten los goles. Revisar las actitudes y las actividades del equipo facilitan el desarrollo del partido y obtener resultados. Las preguntas.

EL FESTEJO DEBE SER COMPARTIDO. Cuando los miembros de un equipo alcancen los objetivos, los DT deben reconocer con recompensas no monetarias. EL FESTEJO DEBE SER COMPARTIDO. Cuando los miembros de un equipo alcancen los objetivos, los DT deben reconocer con recompensas no monetarias.
04 Agosto 2009
Como en el fútbol, cuando el director técnico llama a sus jugadores a los vestuarios para evaluar el resultado, en las empresas los líderes convocan a su gente para analizar lo que sucedió con los proyectos o las metas trazadas en un momento determinado. Se trata de una revisión de actitudes y de actividades, dice a LA GACETA Viviana Liptzis, Magister en Desarrollo y Comportamiento Organizacional de la consultora Action Group (www.actiongroup.com.ar).
Según la experta, la instancia de evaluación de los resultados y su comunicación puede transformarse en un buen momento de aprendizaje para la organización si:
Revisamos los éxitos: ¿qué hicimos bien?¿qué de lo que hicimos resultó una experiencia valiosa para repetir a futuro?¿Qué aprendimos durante la implementación?
Reflexionamos sobre los errores: ¿qué fue lo que no hicimos bien?, ¿cuáles fueron las causas de los errores: falta de datos, decisiones a destiempo, soluciones repeticiones basadas en experiencias previas, etc?, ¿qué cosas debemos asegurarnos de no volver a hacer?
Comunicamos abiertamente los resultados: a todos. No sólo a los que estuvieron directamente involucrados en el proceso. Necesitamos compartir, socializar las buenas y malas experiencias.
Recompensamos a los participantes: este es un punto muy fácil de olvidar? Cumplimos y listo. En el mejor de los casos avisamos. No funciona de esa manera: es fundamental reforzar al equipo que hizo las cosas bien. Esto dará energía para afrontar los nuevos desafíos que ya están golpeando la puerta.
"Creo que vale la pena aclarar en este punto que, cuando hablamos de recompensas, no necesariamente debe expresarse en términos monetarios. El reconocimiento explícito, como por ejemplo, una comida juntos, un día de franco constituyen excelentes medios para mantener la motivación en alto", dice la especialista.

Tres escenarios posibles
¿Y qué pasa si no cerramos una meta, proyecto u objetivo? Perdemos oportunidades, indica Liptzis. Y menciona tres escenarios:
1- Oportunidades de aprender de los errores. "Eso multiplica el riesgo de repetir aquello que no hicimos bien. O peor: que creamos que hicimos bien cuando en realidad, en el corto plazo, las evidencias mostrarán otra cosa", acota. En otros términos, definir la estrategia del juego que viene.
2- Oportunidades de reflexionar sobre nuestras prácticas. "No se trata sólo de sortear obstáculos y disponerse a enfrentar el próximo. Es cuestión de pensar cómo estamos haciendo lo que estamos haciendo y qué cosas también podríamos mejorar allí", afirma la experta. Más entrenamiento.
3- Oportunidades de disfrutar. "¿quién dijo que el lugar de trabajo debe ser un espacio exento de alegrías? Si la mayor parte de nuestro tiempo despiertos estamos trabajando, ¿qué tal si nos permitimos felicitarnos por lo que estuvo bien hecho?", plantea Liptzis. Gritar los goles.
Según la consultora, más allá de que se haga hincapié en los aspectos más "blandos" de la evaluación, es necesario aclarar que nada puede basarse en opiniones, sino en datos concretos. "Es decir, en aquellos indicadores que oportunamente definimos para fijar y monitorear el proceso", agrega.


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