Festividad con manos limpias
02 Agosto 2009
BUENOS AIRES.- Cientos de devotos esperaban ayer a la intemperie o en carpas la apertura del santuario de San Cayetano, en el barrio  de Liniers, donde el viernes 7 pedirán pan y trabajo o agradecerán haberlo recibido durante la festividad del "Patrono de la Providencia". La pandemia por la gripe A, que causó numerosas muertes en el país, obligó a las autoridades eclesiásticas a tomar medidas preventivas: cada peregrino deberá limpiarse las manos con alcohol en gel antes de ingresar al templo. "Tomamos medidas preventivas porque los fieles seguirán tocando el vidrio que protege la imagen del santo", dijo el párroco, Gerardo Castellano. (DyN)

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