29 Julio 2009
Una relación amorosa circunstancial y las conversaciones que se sucedieron sobre una cama podrían haber sido la génesis del tiroteo que se registró el jueves en el aeropuerto Benjamín Matienzo, cuando una banda obtuvo una mochila que contenía 50.000 dólares, según la denuncia. Cuatro personas resultaron heridas durante la balacera: la persona que transportaba el dinero, dos custodios y uno de los presuntos ladrones.
Ayer, ante el fiscal Guillermo Herrera, declaró Miguel Angel Guzmán, el primer testigo directo de lo que pasó. El hombre de 53 años es policía retirado y estaba custodiando a Daniel Valdez, el padre de Esteban Valdez, a quien balearon en la playa de estacionamiento cuando trasladaba el dinero. Los dos Valdez habían llegado desde Buenos Aires a Tucumán en el mismo avión, aunque trabajan para distintas empresas. El relato de Guzmán es dramático. "Salíamos con el señor Valdez del interior del aeropuerto y escuchamos disparos. Empezamos a correr hacia el medio de la playa de estacionamiento y vimos que había varias personas tiradas, y me di cuenta de que estaban baleadas. Reconocí a dos policías (Diego Valenzuela y Juan Reyes) y al hijo del señor Valdez, que estaba mal. También veo que cinco sujetos corrían hacia el cardinal norte; tres de ellos suben en una moto. Eran jóvenes y estaban con el rostro descubierto; en ningún momento dejaron de disparar, tiraban contra todos, al bulto", recordó el testigo ante la Justicia. Guzmán también vio que dos delincuentes cayeron de la moto y que intentaron escapar corriendo. "Le iban disparando a la Policía Aeroportuaria hasta que los aprehendieron", indicó.
Además de esos dos hombres, identificados como Martín José Jerez y Sergio "Bachicha" Marchisio, personal de la Brigada Este, al mando de los comisarios Sergio Nieto, Juan Martínez y Abel Soria, detuvo el domingo a los hermanos Alberto y Raúl "El Chavo" Carrión, y a Silvia Medina. El primero de ellos y la mujer quedaron en libertad ayer tras sendos pedidos de cese de prisión presentados por sus abogados, Javier Lobo Aragón y Aurora Díaz Argañaraz, respectivamente, quienes consideraron que no había pruebas para imputarlos. Karina Medina, tía de Silvia, afirmó que cuando se produjo en atraco su sobrina estaba en Bolivia. Al menos cuatro personas (entre ellos un tal "Roquecito" y una mujer) permanecen prófugos.
La mujer parece ser parte crucial del ataque: habría sido ella quien obtuvo los datos como para organizar el ataque. Los investigadores sostienen que fue un allegado a los custodios quien, tal vez sin saberlo, le informó a ella, durante un encuentro íntimo, que Esteban Valdez iba a llegar a la provincia con dinero.
Aparentemente, además de los cinco asaltantes que se movilizaban en motos, iban a participar al menos otros dos en un auto, pero estos dos últimos se "borraron" a último momento. La mujer a la que sindican como informante es hija de un delincuente que alquila armas y se dedica a la organización de atracos importantes, que actualmente está internado, dijeron las fuentes consultadas.
Los dos policías y Esteban Valdez, quienes resultaron heridos, declararán cuando reciban el alta médica. Ellos pueden aportar más datos sobre el violento episodio.
Ayer, ante el fiscal Guillermo Herrera, declaró Miguel Angel Guzmán, el primer testigo directo de lo que pasó. El hombre de 53 años es policía retirado y estaba custodiando a Daniel Valdez, el padre de Esteban Valdez, a quien balearon en la playa de estacionamiento cuando trasladaba el dinero. Los dos Valdez habían llegado desde Buenos Aires a Tucumán en el mismo avión, aunque trabajan para distintas empresas. El relato de Guzmán es dramático. "Salíamos con el señor Valdez del interior del aeropuerto y escuchamos disparos. Empezamos a correr hacia el medio de la playa de estacionamiento y vimos que había varias personas tiradas, y me di cuenta de que estaban baleadas. Reconocí a dos policías (Diego Valenzuela y Juan Reyes) y al hijo del señor Valdez, que estaba mal. También veo que cinco sujetos corrían hacia el cardinal norte; tres de ellos suben en una moto. Eran jóvenes y estaban con el rostro descubierto; en ningún momento dejaron de disparar, tiraban contra todos, al bulto", recordó el testigo ante la Justicia. Guzmán también vio que dos delincuentes cayeron de la moto y que intentaron escapar corriendo. "Le iban disparando a la Policía Aeroportuaria hasta que los aprehendieron", indicó.
Además de esos dos hombres, identificados como Martín José Jerez y Sergio "Bachicha" Marchisio, personal de la Brigada Este, al mando de los comisarios Sergio Nieto, Juan Martínez y Abel Soria, detuvo el domingo a los hermanos Alberto y Raúl "El Chavo" Carrión, y a Silvia Medina. El primero de ellos y la mujer quedaron en libertad ayer tras sendos pedidos de cese de prisión presentados por sus abogados, Javier Lobo Aragón y Aurora Díaz Argañaraz, respectivamente, quienes consideraron que no había pruebas para imputarlos. Karina Medina, tía de Silvia, afirmó que cuando se produjo en atraco su sobrina estaba en Bolivia. Al menos cuatro personas (entre ellos un tal "Roquecito" y una mujer) permanecen prófugos.
La mujer parece ser parte crucial del ataque: habría sido ella quien obtuvo los datos como para organizar el ataque. Los investigadores sostienen que fue un allegado a los custodios quien, tal vez sin saberlo, le informó a ella, durante un encuentro íntimo, que Esteban Valdez iba a llegar a la provincia con dinero.
Aparentemente, además de los cinco asaltantes que se movilizaban en motos, iban a participar al menos otros dos en un auto, pero estos dos últimos se "borraron" a último momento. La mujer a la que sindican como informante es hija de un delincuente que alquila armas y se dedica a la organización de atracos importantes, que actualmente está internado, dijeron las fuentes consultadas.
Los dos policías y Esteban Valdez, quienes resultaron heridos, declararán cuando reciban el alta médica. Ellos pueden aportar más datos sobre el violento episodio.