28 Julio 2009
Si algo le faltaba a don Efraín Wachs era mostrar su imagen frente a las cámaras de televisión. Su figura apareció en un aviso publicitario de agua mineral, filmado en Bariloche. Su manera de correr y su rostro tratando de captar las cámaras lo delataron; era él sin ninguna duda. “Fueron cuatro días de filmación, al mejor estilo de Hollywood, con 20 personas a nuestra disposición: 10 camarógrafos filmando cada escena, dos médicos, dos directores, dos maquilladoras, dos vestuaristas y dos señoritas asistentes del director”, contó el atleta veterano a LA GACETA, desde Buenos Aires.
- ¿Cómo empezó a gestarse esta propuesta?
- Me llamaron de la productora Wasabi Films, de Buenos Aires, y me preguntaron si quería realizar un casting. La prueba se efectuó en un parque de Tafí Viejo. Conté mi vida y me hicieron correr. El casting se hizo entre 100 postulantes de todo el país. Luego volvieron a llamarme para darme las instrucciones.
- ¿Y cuándo fue el segundo contacto?
- Cuando finalizó el Campeonato Argentino de Mar del Plata. Me dijeron que fuera al aeropuerto y que allí tenía un pasaje a mi nombre. Llegué a Buenos Aires y me instalaron en un hotel. A las seis de la mañana del día siguiente me fueron a buscar y me embarcaron para Bariloche.
- ¿Cuál fue el monto del contrato que firmó?
- 3.000 pesos, más los pasajes y las estadías.
- ¿Siempre había alguien esperándolo en los aeropuertos?
- Sí, y siempre eran señoritas muy simpáticas (risas). En Bariloche me trasladaron a un hotel que no parecía de cinco estrellas, sino de 10 estrellas. Estaba rodeado de lujo y de comodidades.
- ¿Madrugaba todos los días?
- Si, me levantaba a las cuatro de la mañana y nos servían un fastuoso desayuno. Claro que yo comía muy poco, porque tenía que estar livianito para correr. A las cinco me pasaban a buscar y se iniciaba el rodaje.
- Por lo que cuenta, parecía una estrella de cine...
- Imagínese, tenía 20 personas a mi disposición y médicos que me controlaban la presión y me indicaban cuándo debía volver a correr.
- ¿Quiénes eran los otros dos protagonistas?
- Juvenal Pérez, campeón argentino de 5.000 y 10.000 metros de 80 años, que vive en Bariloche, y el otro atleta es José Montecardio, de Buenos Aires, campeón argentino de maratón, de 70 años; era el más jovencito del grupo (risas).
- ¿Cómo vivió la experiencia?
- Me sentí muy bien, muy contento. Fue única y muy divertida. Nos hicieron subir y bajar las montañas. Realmente la pasé muy bien.
De vacaciones
Efraín se ha tomado unas merecidas vacaciones en Buenos Aires. Fue a visitar a su hija Clara Noemí, pero el atleta ya está pensando en qué hará cuando cumpla los 90 años. Anticipó que los festejará corriendo en la plaza Independencia o en la Urquiza. Conociéndolo, no cabe ninguna duda de que así será.
- ¿Cómo empezó a gestarse esta propuesta?
- Me llamaron de la productora Wasabi Films, de Buenos Aires, y me preguntaron si quería realizar un casting. La prueba se efectuó en un parque de Tafí Viejo. Conté mi vida y me hicieron correr. El casting se hizo entre 100 postulantes de todo el país. Luego volvieron a llamarme para darme las instrucciones.
- ¿Y cuándo fue el segundo contacto?
- Cuando finalizó el Campeonato Argentino de Mar del Plata. Me dijeron que fuera al aeropuerto y que allí tenía un pasaje a mi nombre. Llegué a Buenos Aires y me instalaron en un hotel. A las seis de la mañana del día siguiente me fueron a buscar y me embarcaron para Bariloche.
- ¿Cuál fue el monto del contrato que firmó?
- 3.000 pesos, más los pasajes y las estadías.
- ¿Siempre había alguien esperándolo en los aeropuertos?
- Sí, y siempre eran señoritas muy simpáticas (risas). En Bariloche me trasladaron a un hotel que no parecía de cinco estrellas, sino de 10 estrellas. Estaba rodeado de lujo y de comodidades.
- ¿Madrugaba todos los días?
- Si, me levantaba a las cuatro de la mañana y nos servían un fastuoso desayuno. Claro que yo comía muy poco, porque tenía que estar livianito para correr. A las cinco me pasaban a buscar y se iniciaba el rodaje.
- Por lo que cuenta, parecía una estrella de cine...
- Imagínese, tenía 20 personas a mi disposición y médicos que me controlaban la presión y me indicaban cuándo debía volver a correr.
- ¿Quiénes eran los otros dos protagonistas?
- Juvenal Pérez, campeón argentino de 5.000 y 10.000 metros de 80 años, que vive en Bariloche, y el otro atleta es José Montecardio, de Buenos Aires, campeón argentino de maratón, de 70 años; era el más jovencito del grupo (risas).
- ¿Cómo vivió la experiencia?
- Me sentí muy bien, muy contento. Fue única y muy divertida. Nos hicieron subir y bajar las montañas. Realmente la pasé muy bien.
De vacaciones
Efraín se ha tomado unas merecidas vacaciones en Buenos Aires. Fue a visitar a su hija Clara Noemí, pero el atleta ya está pensando en qué hará cuando cumpla los 90 años. Anticipó que los festejará corriendo en la plaza Independencia o en la Urquiza. Conociéndolo, no cabe ninguna duda de que así será.
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