Le proporciona sabor a la vida de las estrellas

Le proporciona sabor a la vida de las estrellas

Los enfrentamientos entre vedettes son una constante. Periodistas como Lucho Avilés o Jorge Rial terminaron ante un juez o con un ojo en compota por la furia de los artistas.

PIONERO. Lucho Avilés fue un adelantado en lo relativo a chismes en TV. LA GACETA / ARCHIVO PIONERO. Lucho Avilés fue un adelantado en lo relativo a chismes en TV. LA GACETA / ARCHIVO
26 Julio 2009
Muchos de los chismes se difunden en algunas revistas llamadas "del corazón" o por radio o por televisión. A veces provocan procesos judiciales por calumnias e injurias, y otras veces se resuelven poniéndole el ojo en compota al difusor. Jorge Rial o Lucho Avilés, el "inventor" de ese tipo de periodismo en Argentina, lo saben por experiencia propia.
El periodista Guillermo Blanc, ex director de la revista Radiolandia, hoy hombre de televisión y de radio, señala : "si es verdadero, no es un chisme, es noticia. El chisme es algo no comprobado y tal vez no comprobable, una murmuración que casi siempre es maliciosa; no, casi siempre no, siempre".
Coinciden con él los mencionados Avilés y Rial, y también otros chimenteros como Carlos Monti y Bárbara Arroyo. "Nosotros damos noticias -dicen-. Generalmente, se refieren a avatares amorosos, tanto sea de amores triunfantes como claudicantes o derrotados, pero no siempre es así. A nuestro público también le interesa saber que una figura determinada escribió una carta a la cigüeña a París, o que se compró una casa en Punta del Este".

Vía de comunicación
El chimentero Luis Ventura, director de la revista Paparazzi y periodista del programa televisivo Intrusos, asegura que el chisme "es una vía de comunicación en la sociedad", de la cual es muy difícil zafar. "El ser humano está caracterizado por su curiosidad, por querer saber sobre el vecino de enfrente, sobre el panadero de la esquina o el verdulero de la otra cuadra", asegura. Y señala que el chisme, como cualquier cosa en la vida, puede ser saludable o peligroso, dependiendo de quién lo transmita, con qué intenciones y con qué conocimiento de causa lo haga. "En los medios, el chisme es el germen de la noticia, y puede ser peligroso si en vez de hacerlo un periodista, con criterio periodístico, lo hacen panelistas improvisados", advierte.
Las estrellas del mundo del espectáculo son, indudablemente, las que generan más chismografía. Una de ellas es Ana Carolina Ardohain Dos Santos ("Pampita"). La modelo y actriz nacida en General Acha, La Pampa, estuvo envuelta últimamente en rumores de separación del chileno Benjamín Vicuña, debido a una infidelidad por parte de él. Años atrás, los medios se ocuparon varios meses de ella por los chismes en torno a una infidelidad suya hacia su marido en ese momento, Martín Barrantes, quien luego le ganó un juicio de divorcio por adulterio. Moria Casán y sus incontables romances y peleas con otras figuras de la farándula; Carmen Barbieri, que tuvo disputas con otras vedettes y se peleó con productores de obras de teatro; el travesti Florencia de la V, quien discutió con varias bailarinas y vedettes en el ciclo "Bailando por un sueño", y Nazarena Vélez, que fue esposa de un bailantero, que coqueteó con Huberto Roviralta y luego fue noticia por su adicción a las drogas, son figuras que generan chismes permanentemente.
También deportistas y ex deportistas, como Diego Maradona, Carlos Monzón, el "Ogro" Christian Fabbiani, "La hiena" Rodrigo Barrios o Marquitos Di Palma, fueron y son generadores de cotilleos debido a sus agitadas vidas personales.

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