El cerebro de las personas anoréxicas se achica

El cerebro de las personas anoréxicas se achica

Los adolescentes con trastornos alimentarios necesitan una terapia que ataque las causas psicológicas y que revierta el déficit nutricional.

DISTORSIONA LA REALIDAD. La anoréxica se ve siempre excedida de peso. ARCHIVO DISTORSIONA LA REALIDAD. La anoréxica se ve siempre excedida de peso. ARCHIVO
22 Julio 2009
La anorexia y la bulimia son dos trastornos de la alimentación que suelen presentarse a temprana edad. Ambos deben ser abordados desde una mirada terapéutica que apuntan a atacar sus causas psicológicas para tratar de que el paciente no siga en el camino que puede lo conduce hacia la desnutrición y la muerte.
Pero tan importante como el abordaje psicoterapéutico es el tratamiento nutricional, cuyo fin es devolver al paciente la energía necesaria para que su organismo vuelva a funcionar normalmente, lo que constituye una condición básica para revertir la afección.
"La reducción de la nutrición daña el cerebro, y al dañar el cerebro, también se afectan  las complejas bases fisiológicos de los sistemas de toma de decisiones. De modo que es difícil abordar el trauma que ha causado el trastorno de la alimentación sin revertir el déficit nutricional", comentó la doctora Janet Treasure, directora de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Kings & St Thomas Medical School, Inglaterra.
La experta disertó sobre el tratamiento actual de los desórdenes de la alimentación en el X Congreso Internacional de Estrés Traumático, realizado recientemente en la ciudad de Buenos Aires, con la organización de la Sociedad Argentina de Psicotrauma.
La anorexia que se produce cuando la persona come en forma insuficiente y crónica (por verse excedida de peso), y la bulimia (cuando la persona come en exceso y luego se induce el vómito o utiliza laxantes) tienen un gran impacto en el cerebro. Este es el órgano que perpetúa la enfermedad.

"Un órgano hambriento"
"El cerebro es un órgano hambriento -comienza diciendo la especialista inglesa-. Consume la quinta parte de nuestro gasto normal de calorías, lo que representa alrededor de 500 kilocalorías. Sin embargo, nuestras pacientes con anorexia a veces no llegan a comer siquiera 500 kilocalorías. Entonces el cerebro se ve muy disminuido, no tiene la glucosa que necesita para su buen funcionamiento, y por eso comienza a encogerse."
La pérdida de masa cerebral tiene un impacto directo en su capacidad de procesamiento: "Lo que vemos cuando observamos el procesamiento de información es que las tareas más complejas están disminuidas en las pacientes con anorexia. De modo que son incapaces de ser flexibles, no toman buenas decisiones, no pueden regular sus emociones. Todas las habilidades que necesitamos para ayudar a llevar adelante nuestras vidas están empeoradas a causa de la privación de alimento", afirma Treasure.
El impacto sobre el cerebro de la alimentación insuficiente que caracteriza a los trastornos de la alimentación como la bulimia y la anorexia hace que estas sean afecciones en las que es fundamental el tratamiento precoz.
"Sabemos que si uno comienza el tratamiento entre el primero y el segundo año de la enfermedad, puede lograr una recuperación de entre el 90% y el 100% de los pacientes. Cuánto más tiempo pasa, más difícil es. En los adultos, que tienen varios años de evolución, sólo estamos obteniendo entre un 30 y un 50% de recuperación."
Involucrar a la familia
Pero el problema clave es que las personas con trastornos de la alimentación no piensan que tienen un problema, de modo que no es fácil que el tratamiento llegue en el momento adecuado: "Es por ello que necesitamos trabajar con las familias -agregó la especialista-. Si las familias ven que hay un problema querrán hacer algo, pero no saben qué hacer. Un buen tratamiento involucra siempre a la familia".
¿Cuáles son los signos que deben hacer sospechar la posibilidad de que una persona sufre anorexia o bulimia? "El individuo se vuelve más aislado -respondió Treasure-. Puede haber signos abiertos de que no se alimente, pero a veces pueden verse confundidos, porque el individuo parece que come, pero sólo come ensaladas y se deshace del resto de sus comidas. Habitualmente cubre su cuerpo por completo con grandes ropas, para las familias no ven el descenso de peso. Las familias necesitan estar advertidas de la existencia de cualquier signo de las cosas no están yendo bien en lo social"-

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