14 Julio 2009
La cifra de muertos y el desconocimiento de la enfermedad les genera angustia y desesperación. Los familiares de enfermos internados con síntomas de gripe A en el hospital Centro de Salud tienen un solo deseo: que los análisis de sus allegados den como resultado que estos no han contraído el virus de la influenza A H1N1.
El cuadro se empeora debido a que no pueden entrar a ver a sus seres queridos. Una o dos veces al día les informan sobre su estado de salud. Mientras esperan, en los pasillos, se aferran a la estampita de la Virgen o de un santo y rezan para que su pariente se recupere.
"La semana pasada se murieron cuatro personas, presuntamente por gripe A. Parece que esta enfermedad es muy grave", comentó afligida Adela, cuyo esposo sufre complicaciones de un cuadro gripal. "Como es fumador, el médico me dijo que está dentro del grupo de riesgo y que debe ser asistido con respirador", explicó mientras se colocaba el barbijo y se desinfectaba las manos con alcohol en gel. Irma Dorado estaba a la espera del parte médico de una parienta de 40 años. "Sufre problemas respiratorios y, al parecer, presenta síntomas de esta gripe nueva. Ojalá no le pase nada grave", suplicó. Desde hace una semana Juana Almaraz permanece sentada a la puerta de la sala de internación. Su hijo de 25 años padece neumonía y se recupera lentamente. "No me dejan verlo y me desespero acá afuera, más cuando veo que hay personas internadas que se están muriendo", confesó mientras aguardaba el informe del médico para irse a descansar a la casa más tranquila.
El cuadro se empeora debido a que no pueden entrar a ver a sus seres queridos. Una o dos veces al día les informan sobre su estado de salud. Mientras esperan, en los pasillos, se aferran a la estampita de la Virgen o de un santo y rezan para que su pariente se recupere.
"La semana pasada se murieron cuatro personas, presuntamente por gripe A. Parece que esta enfermedad es muy grave", comentó afligida Adela, cuyo esposo sufre complicaciones de un cuadro gripal. "Como es fumador, el médico me dijo que está dentro del grupo de riesgo y que debe ser asistido con respirador", explicó mientras se colocaba el barbijo y se desinfectaba las manos con alcohol en gel. Irma Dorado estaba a la espera del parte médico de una parienta de 40 años. "Sufre problemas respiratorios y, al parecer, presenta síntomas de esta gripe nueva. Ojalá no le pase nada grave", suplicó. Desde hace una semana Juana Almaraz permanece sentada a la puerta de la sala de internación. Su hijo de 25 años padece neumonía y se recupera lentamente. "No me dejan verlo y me desespero acá afuera, más cuando veo que hay personas internadas que se están muriendo", confesó mientras aguardaba el informe del médico para irse a descansar a la casa más tranquila.