La asistencia de Cristina marcará el regreso del kirchnerismo a un Tedeum del 9 de Julio

La asistencia de Cristina marcará el regreso del kirchnerismo a un Tedeum del 9 de Julio

Kirchner había asistido en 2004 y en 2005, y la Presidenta oirá por primera vez la homilía.

09 Julio 2009
El 10 de julio de 1816, los congresales hicieron celebrar una misa en el templo de San Francisco. El sermón fue pronunciado por el representante de La Rioja Pedro Ignacio Castro Barros. Las máximas autoridades políticas de aquel entonces, Juan Martín de Pueyrredón (director supremo), Francisco Narciso Laprida (presidente del Congreso) y Bernabé Aráoz (gobernador de Tucumán) ocuparon los primeros asientos de la iglesia.
Allí surgió una tradición comarcana que continuó desde 1991, cuando el ex presidente Carlos Saúl Menem decretó que San Miguel de Tucumán sea la capital de país los 9 de julio. Todos los mandatarios que se sucedieron desde entonces repitieron el ritual de los próceres de 1816 y participaron del Tedéum. No obstante, el kirchnerismo se mostró reacio a la asistencia perfecta. Néstor Kirchner concurrió los dos primeros años de su mandato (en 2004 y en 2005). En su primer 9 de julio como Presidenta, el año pasado, Cristina Fernández repitió el ausentismo de su esposo. El gobernador, José Alperovich, en cambio, participó de todas las homilías desde que asumió, en 2003.
Pero una modificación de último momento en la agenda incluirá, en esta oportunidad, la participación de Cristina en el Tedéum. Según fuentes oficiales, la mandataria pidió que se corriera el horario previsto para el inicio (10.15) hasta las 11, lo que fue atendido por las autoridades eclesiásticas.
El kirchnerismo mantuvo diversos roces con la Iglesia, lo que se manifestó en los sucesivos faltazos. La palabra de la Iglesia, por lo general, apunta contra las asignaturas pendientes, como la deuda social y la postergación de las provincias, lo que suele incomodar al Gobierno. En 2005, la última vez que el arzobispo de Tucumán, Luis Villalba, pronunció el Tedéum frente a Kirchner, fue contundente: "como Cristo, hoy, al mirar a la Argentina, sentimos congoja. Como él también querríamos congregar a los excluidos de la sociedad por la pobreza, debida fundamentalmente a la desocupación".

Los últimos mensajes
En 2003, Villalba lamentó la deserción escolar. Lo hizo ante el entonces gobernador, Julio Miranda. En 2004, el arzobispo le pidió a Kirchner que ponga fin a las desigualdades en la Argentina. En 2005, advirtió que la política está herida por falta de credibilidad, y lamentó la crisis moral y la pérdida de confianza en la Justicia. En 2006, el prelado dijo que la crisis moral afecta a todos los argentinos. En 2007, se pronunció contra el clientelismo político. El año pasado, sostuvo que las manifestaciones del poder deben dar ejemplos.





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