Dos muertos en la elección de Monteros

El domingo 2 de abril de 1905, se realizaron las elecciones de renovación parcial de la Legislatura. Competían el Partido Provincial, que había gobernado Tucumán a lo largo de los 10 últimos años, y la Unión Popular, formada poco tiempo atrás por disidentes de aquel partido, además de los "independientes". Era época de tensiones cívicas. Hacía apenas cuatro meses que gobernaba el doctor José Antonio Olmos: aspiraba a ser equidistante de ambas fuerzas, propósito que complicó su gestión desde el vamos.
Según la crónica del diario "El Orden", las cosas empezaron mal ese día en Monteros. Los "provinciales" eran fuertes allí. Rechazaron sin miramientos a los fiscales "populares", e hicieron que los votantes "provinciales" se presentaran a las mesas en grupos de cuatro ó seis, en lugar de dos, como estaba fijado. Y los independientes, indignados porque ni podían acercarse a las urnas, avanzaron. Entonces, dice el diario, "sonó un tiro e instantes después el tiroteo se hacía general. Mesas, urnas, registros, padrones y actas fueron hechos pedazos", y la Policía "cargó sobre los independientes".
Cuando volvió la calma, se vio que el conjuez Lisardo Agüero yacía muerto a causa de un disparo en el cuello.
En el suelo, en gravísimo estado, estaba el joven Durval Sorroza (h), que fallecería luego. Presentaban heridas de bala Ignacio Olea, Isidro Abregú y Angel Laguna, según la crónica de "El Orden", que contenía más adjetivos que datos. El sangriento episodio tuvo repercusión nacional. La revista "Caras y Caretas", la más importante del país , dedicó una página entera al asunto, con varias fotografías.