“Esta historia ocurre en un territorio sin ley”

“Esta historia ocurre en un territorio sin ley”

El director Fernando Spiner comentó que la película representó un gran desafío. "Me entusiasmó hacerla", dijo en un alto de la filmación.

El director Fernando Spiner.  LA GACETA / OSVALDO RIPOLL El director Fernando Spiner. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
07 Junio 2009

AMAICHA DEL VALLE.- Son los últimos tramos de la filmación y el cineasta Fernado Spiner comienza a acusar recibo de los ajetreos de casi dos meses de arduo trabajo fílmico. En este desenlace le tocó hacer un rol secundario, casi sin guión pero con detalles que llegan a agobiar. Por eso el hombre prefiere relajarse y conversar con LA GACETA en el momento más esperado de la jornada: el almuerzo. Spiner, de 51 años, es un director de prestigio. Se graduó en el Centro Sperimentale Di Cinematografía de Cinecittá, de Roma. Con su primer cortometraje, “Testigos en cadena”, obtuvo 15 premios internacionales. En 1988, estrenó su opera prima “La sonámbula” que, entre otros lauros, obtuvo la de mejor película en el Festival de Cine de Toulouse, Francia. En televisión dirigió “Cosecharás tu siembra” (1991, Canal 9), “Poliladron” (1995, Canal 13) y “Bajamar” (l996, Canal 9) entre otras series.

- ¿Como surgió “Aballay”?
Hace muchos años que conozco la obra de Di Benedeto. Este cuento me gustó mucho y aun sabiendo de que se trataba de un desafío difícil, me entusiasmó hacerlo. Felizmente lo pude concretar merced al premio que conseguí del INCCA.

- ¿El genero se puede definir como western gauchesco?
- Si, es un western porque hay una historia de venganza, ocurre en un territorio sin ley, son hombres a caballo.

- ¿Qué es lo que más le impactó de este personaje?
- Personalmente me gusta mucho la manera que sacude en una mente del siglo pasado un texto de hace 2.000 años. La idea de nosotros es ver todo eso desde este tiempo. La idea de la culpa, de que un asesino pueda a llegar reconocerse como tal, la idea del martirio como un modo de redención. Es como una religiosidad exenta de motes, como una potencia mística que cualquier persona puede tener. En este caso, un asesino.

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