AMAICHA DEL VALLE.- Al actor Pablo Cedrón (51 años) el rol de Aballay le vino como anillo al dedo. Es que es un hombre que, según admitió, vivió mucho tiempo en el campo. De ahí arrastra su pasión por las cabalgatas y otros quehaceres rurales. El conjugó esos afectos con su experiencia histriónica cimentada en varios años de trabajo en el cine y la televisión. Aunque se inició en el humor con Alfredo Casero, formando parte del plantel de actores de “Cha Cha Cha”, su carrera adquirió otro impulso actuando en la televisión en “Verdad Consecuencia”, “Mujeres Asesinas” y “Sin Código”. En el cine tuvo actuaciones protagónicas en las películas “Cabeza de Tigre”, y “El Aura”.
- ¿Le sorprendió que le ofrecieran un papel poco común?
- El género gauchesco en una época de oro del cine gustaba. Después se fue perdiendo a medida que nosotros nos fuimos separando de nosotros mismos. Porque, a fin de cuentas, no es un género extraño, se supone que pertenecemos a eso. Pero nos vamos quedando cada vez más lejos.
- ¿Como está la demanda laboral entre los actores?
- Este trabajo es muy azaroso, el de la actuación. A veces a uno de golpe le sale trabajo por un año, seis meses o tres meses. A veces también estamos mucho tiempo parados. Por ejemplo a futuro no tengo proyectos. Lo tenía con otra película pero como se superponía con esta tuve que optar por la que me gustaba más.
- ¿ Tiene algún genero predilecto en la actuación?
- No, ninguno. Me gustan estas cosas de andar a caballo porque me encanta el campo. Me identifico con esto.
- ¿La televisión es una alternativa?
- La televisión requiere de cosas más inmediatas, como si fuera algo más descartable, más de diario, del trabajo menos elaborado.