03 Junio 2009
PANORAMA SOMBRIO. Arslanian, director de la BEA, dijo que las condiciones geográficas dificultan la búsqueda de las cajas negras del avión. REUTERS
PARIS, Francia.- La investigación del misterioso accidente del lunes, protagonizado por un avión de Air France que cayó al Atlántico, será larga y difícil, según señaló hoy el director de la Oficina de Investigación y Análisis de Accidentes (BEA), Paul Louis Arslanian.
El funcionario explicó que el accidente, que costó la vida a 228 personas de 32 países, ocurrió en medio del océano, donde las aguas son profundas y el lecho marino muy montañoso. El funcionario explicó que estos factores dificultan la búsqueda del fuselaje del avión y, por lo tanto, de las cajas negras, donde se almacena la información que permitirá determinar las causas del hecho.
"Esta catástrofe aérea es la peor sufrida por este país. No podemos permitirnos especular. Debemos verificar todo", indicó el funcionario ante periodistas en París. Luego explicó que cada avión lleva dos de ellas: una que registra datos y otra que graba lo que ocurre en la cabina. Se las considera esencial a la hora de investigar la causa de un accidente aéreo, ya que ambas poseen una baliza submarina queemite una señal ultrasonido, aunque sólo por 30 días.
"No sé si las encontraremos. Pero informaremos de inmediato todo lo que sepamos, en cuanto esté claro para nosotros", prometió el funcionario. A propósito, precisó que hay cuatro equipos de rastreo que trabajan en la zona donde cayó el Airbus 330-200 que viajaba de Río de Janeiro a París.
"Uno de los grupos busca restos del avión en el mar, en tanto que un segundo analiza su historia y su mantenimiento", remarcó Bouillard. Los otros dos equipos de investigación estudian otros aspectos de la nave. "El trabajo es muy intenso", señaló, y agregó: "estamos reuniendo cada pieza de información que pueda ayudarnos". Las tareas son llevadas a cabo por 20 expertos de la BEA y 30 de la aerolínea Air France. (DPA)
El funcionario explicó que el accidente, que costó la vida a 228 personas de 32 países, ocurrió en medio del océano, donde las aguas son profundas y el lecho marino muy montañoso. El funcionario explicó que estos factores dificultan la búsqueda del fuselaje del avión y, por lo tanto, de las cajas negras, donde se almacena la información que permitirá determinar las causas del hecho.
"Esta catástrofe aérea es la peor sufrida por este país. No podemos permitirnos especular. Debemos verificar todo", indicó el funcionario ante periodistas en París. Luego explicó que cada avión lleva dos de ellas: una que registra datos y otra que graba lo que ocurre en la cabina. Se las considera esencial a la hora de investigar la causa de un accidente aéreo, ya que ambas poseen una baliza submarina queemite una señal ultrasonido, aunque sólo por 30 días.
"No sé si las encontraremos. Pero informaremos de inmediato todo lo que sepamos, en cuanto esté claro para nosotros", prometió el funcionario. A propósito, precisó que hay cuatro equipos de rastreo que trabajan en la zona donde cayó el Airbus 330-200 que viajaba de Río de Janeiro a París.
"Uno de los grupos busca restos del avión en el mar, en tanto que un segundo analiza su historia y su mantenimiento", remarcó Bouillard. Los otros dos equipos de investigación estudian otros aspectos de la nave. "El trabajo es muy intenso", señaló, y agregó: "estamos reuniendo cada pieza de información que pueda ayudarnos". Las tareas son llevadas a cabo por 20 expertos de la BEA y 30 de la aerolínea Air France. (DPA)
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