24 Mayo 2009
La crisis global ha puesto a las familias argentinas entre la espada y la pared. Muchos de los hogares acumulan deudas como consecuencia del boom del consumo que se vivió durante los últimos años. Los viejos créditos se siguen pagando, aunque ahora las condiciones del mercado se han modificado. Por eso, las familias gastan menos para poder pagar lo que deben, concluye un informe del Centro de Economía Regional y Experimental, al que accedió LA GACETA. Los expertos afirman que los bancos y hasta los grandes locales comerciales son cada vez más selectivos para operar y tratan de captar y fidelizar sólo a los clientes "probados", que aún poseen conducta regular de pago. Ante este nuevo escenario, los especialistas sugieren tres caminos: pactar con el acreedor, si se puede, una refinanciación de la deuda en mejores condiciones que las actuales, buscar vías alternativas de ingresos familiares y hasta bajar la calidad del gasto hasta tanto pase el temblor financiero.