Preocupa la caída del poder de compra

Preocupa la caída del poder de compra

Punto de vista. Por Daniel Abad - consultor de empresas.

24 Mayo 2009
De una reciente encuesta que efectuamos entre clientes de Tucumán, Córdoba y Mendoza, además de profundizarse las preocupaciones en el sector empresario por la macroeconomía en su conjunto -baja en la producción agropecuaria, la fuga de capitales, la incertidumbre del precio del dólar para después de las elecciones y el ritmo de la inflación que no deja de crecer- , sorpresivamente (no estaba incluida en el cuestionario), apareció la inquietud relacionada con el nivel de endeudamiento de las familias, en especial, en aquellas empresas dedicadas al comercio minorista que operan en base al crédito. Encontramos que en las provincias donde la crisis económica golpea más fuerte -como es el caso de Córdoba, por los despidos y suspensiones en la industria automotriz, y en las empresas relacionadas a dicha cadena de valor-, la morosidad y el endeudamiento son más altos. En otras, como en Tucumán, donde el desempleo no se ha generalizado salvo casos puntuales como en la construcción o en el sector textil, surge un endeudamiento menor comparado.
Sin embargo, se advierte que la reducción de horas extras, las suspensiones y la disminución de la jornada laboral en muchos sectores -junto con la inflación-, han provocado una merma en la capacidad de compra y el margen de crédito de muchas familias tucumanas. Los altos niveles de consumo  -sigue siendo el motor del crecimiento- explican la baja capacidad de ahorro, en especial, de las clases medias bajas y bajas, porque todo el ingreso lo destinan a bienes y servicios indispensables. Así, al reducirse el ingreso por cualquiera de las razones apuntadas, se resiente el margen de crédito y aumenta el nivel de endeudamiento.
La política de ofertas en casi todo el comercio minorista -fenómeno que se observa en todo el país- incentiva la compra, pero se están agotando los stocks y ha bajado el nivel de inversión. Si ha ello le sumamos la disminución de la capacidad de endeudarse de las familias, encontramos la explicación de la preocupante caída en el consumo. Otro aspecto no menos relevante de la preocupación del sector empresario es el la baja bancarización de las familias. Las de clase media y media alta, son los que recurren a los bancos en busca de tarjetas de crédito, descubiertos (adelantos en cuenta corriente) y gozan de cuenta corriente y caja de ahorro; por lo tanto tienen acceso a créditos personales, pero son los menos. Las demás, recurren a tarjetas regionales, préstamos en entidades financieras y créditos en comercios minoristas donde muchas veces las tasas son superiores.
El crédito ha sido hasta ahora una pieza vital para mantener pautas de consumo, al reducirse el ingreso, el nivel de endeudamiento aumenta. El problema de fondo, radica en que aquellas familias que están endeudadas al límite, es decir, comprometidos varios meses de sueldo, en general, han entrado en un círculo vicioso de renovación, donde muchas veces tienen que optar entre pagar la cuota del crédito o el consumo diario. Las tasas de interés y la inflación están comprometiendo seriamente los presupuestos familiares. De ahí la preocupación de los empresarios.

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