Una ventana a la Feria

Una ventana a la Feria

Le pro­po­ne­mos un re­co­rri­do por los pa­si­llos y las sa­las del acon­te­ci­mien­to cul­tu­ral más con­vo­can­te de nues­tro país. En es­te nú­me­ro re­le­va­mos la ofer­ta bi­blio­grá­fi­ca, cu­bri­mos los prin­ci­pa­les ac­tos de la mues­tra y con­ver­sa­mos con al­gu­nos de los pro­ta­go­nis­tas.

03 Mayo 2009
La Feria del Libro de Buenos Aires es el principal ámbito en el que el mercado editorial argentino pone a competir sus nuevos productos o en el que intenta reinstalar aquellos que han dado buenos réditos.
Lo que podemos captar en una caminata rápida por los principales senderos de la exposición es una muestra clara de las grandes apuestas de la industria para el año en curso. Una parte considerable de los libros que son destacados a través de gigantografías o montañas de ejemplares lideran las listas de best sellers o lo harán en el corto plazo. Recorriendo unos metros, en pocos minutos, podemos saber qué se lee en la Argentina. 
Cuando cruzamos las puertas que conducen al pabellón principal de la Feria, que se encuentra dentro del predio de la Sociedad Rural, nos encontramos con dos grandes stands que flanquean un pasillo. Uno es el de Norma, grupo editorial que destaca entre el material bibliográfico que exhibe el libro Caudillos federales, de Pacho O?Donnell, del que ya se vendieron 40.000 ejemplares. También resaltan en los anaqueles Historias insólitas de la Argentina, de Daniel Balmaceda, y Cautiva, de la colombiana Clara Rojas. El otro stand es el de Santillana, donde sobresalen Purgatorio y la Biblioteca Tomás Eloy Martínez (hoy reúne cuatro libros del autor tucumano de los diez que finalmente tendrá la colección); El viaje del elefante, de Saramago; varios títulos de Pescetti (el rey de los relatos infantiles) y Papeles inesperados, volumen que rescata manuscritos inéditos de Cortázar (de cuya muerte se cumplen 25 años). Pero la estrella del grupo es Stephenie Meyer con sus historias de vampiros, que le han permitido vender 42 millones de ejemplares de su tetralogía Crepúsculo, Amanecer, Eclipse y Luna Nueva.
Detrás de estos stands se encuentran los de dos de los más grandes grupos editoriales internacionales instalados en nuestro país: Random House y Planeta. En el primero la apuesta se concentra en Marcos Aguinis, el escritor más vendedor de la Argentina, que acaba de publicar ¡Pobre patria mía!
Planeta diversifica su oferta entre Los objetos nos llaman, del español Juan José Millás; Palabras cruzadas, del psicólogo mediático Gabriel Rolón; Argentina, con pecado concebida, del controvertido Federico Andahazi; la serie revisionista Mitos, de Felipe Pigna; Timote (en el que José Pablo Feinmann recrea el asesinato de Aramburu) y La hermandad de la buena suerte, novela de Fernando Savater.
A pocos metros de estos puestos tienen los suyos Fondo de Cultura (con títulos como Memoria política, de Raúl Alfonsín, y Tiempos líquidos, entre otros ensayos de Zygmunt Bauman), Ediciones B (Vicepresidentes argentinos, de Nelson Castro, y la saga tóxica de Bernardo Stamateas) y Losada (con sus colecciones de clásicos filosóficos y literarios).
Otras editoriales con fuerte presencia son Tusquets, entre cuyos títulos brillan los de una de las grandes estrellas internacionales de la Feria, Henning Mankell, el nuevo rey del policial. Siglo XXI coloca en su "vidriera" Espejos, de Eduardo Galeano; la trilogía Matemáticas, de Adrián Paenza; Son memorias, de Tulio Halperín Donghi, e Historia de las ideas argentinas, ensayo del fallecido Oscar Terán que fue elegido "mejor libro del año" por el jurado de la Fundación El Libro.
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