El temor al dengue afectó la actividad turística

 Cuando se enteró de que el ómnibus que iba a abordar había partido desde el límite de Jujuy con Bolivia, pasaba por Tucumán y luego la llevaría a Rosario entró en pánico. "Entonces, quiero viajar sola", dijo la mujer preocupada antes de abonar el pasaje. "Le dije que no había peligro dentro del coche y que el dengue no se contagia de persona a persona", explica Anabel de Pedro, quien recuerda la anécdota que vivió hace poco en la boletería de la empresa de colectivos donde trabaja.
El miedo al dengue viaja por las rutas, y se aloja en los hoteles, donde se cancelaron varias reservas de turistas que, al enterarse de que la epidemia estaba instalada en Tucumán, decidieron cambiar de destino.
El vicepresidente de la Cámara de Turismo de Tucumán, Samuel Levi, dijo que los hoteles, los operadores, las agencias de viaje e innumerables servicios turísticos se vieron afectados este último mes con una notable baja de la demanda como consecuencia de la epidemia de dengue. "Sólo estamos recibiendo visitantes por cuestiones corporativas", dijo.

La tarea de convencer
Levi informó que el sector está tratando de ver cómo encarar la promoción de Tucumán para las vacaciones de invierno, la temporada alta en la provincia. "Sabemos que la gente tiene dudas respecto de viajar al norte. Tenemos que convencer a los operadores mayoristas de que la enfermedad no es tan grave y de que cuando haga frío, en junio y julio, la epidemia ya habrá cedido, por lo que los riesgos de contagio serán bajísimos", explicó.
"Es necesario salir de vacaciones y Tucumán es un destino atractivo para julio", remarcó el empresario, y disparó: "la crisis económica no está afectando el turismo; el miedo al dengue sí".
Humberto Neme, presidente de la Unión de Hoteles, Bares, Confiterías, Restaurantes y Afines de Tucumán, se mostró más optimista. "El miedo a contagiarse está disminuyendo. En estos días hay movimiento turístico debido a la organización de eventos corporativos y deportivos", aclaró.
"En general, los viajeros sienten algunos temores, pero buscan cómo cuidarse y no se olvidan del repelente, por ejemplo", añadió el empresario.

Prevenciones
Un operario con la mochila de fumigación recorre la Estación Central todas las tardes. En las ventanillas hay folletería, y los colectivos cargan una buena cantidad de insecticidas antes de partir. Los pasajeros que llegan desde Buenos Aires a la provincia y los tucumanos que viajan a Salta, Bolivia y Chaco son los más preocupados. Generalmente, muchos llevan el repelente a mano, según cuentan los choferes.
Mariano Cuevas, que llegó ayer de Buenos Aires para hacer un curso en Tucumán, contó que en la terminal de Retiro hay una oficina especial de prevención del dengue. En los ómnibus que salen rumbo al norte reparten folletos sobre la enfermedad y los métodos de prevención. En algunos casos, también se entregan repelentes. Pablo Contreras, de una empresa de transporte de larga distancia, comentó que cuando un colectivo llega a Tucumán y antes de partir lo trasladan hasta la sede de la empresa, donde fumigan la unidad.
Los choferes indicaron que se notó una pequeña disminución en el número habitual de pasajeros que viajaba para conocer o descansar en el norte. No obstante, recalcaron que esta es una época de poco movimiento turístico y que quienes se trasladan por cuestiones de estudio o trabajo lo siguen haciendo. "Hay temor pero también conciencia sobre la enfermedad y cómo cuidarse", afirmó Matías Mercado. Ariel Ledesma, que trabaja en una empresa que viaja hasta Bolivia, coincidió en que no han disminuido los traslados por razones laborales, sólo los turísticos. "En todos los puestos sanitarios se detiene el colectivo y se fumigan las bodegas", detalló. "Antes de viajar, los pasajeros consultan cómo está la epidemia en Tucumán o en Salta", acotó Miguel Ledesma.
Pasajeros procedentes de Buenos Aires admitieron que la epidemia les genera inquietud. "Me da miedo contagiarme de dengue, pero tenía que venir", confesó Marcos Velárdez, y dijo que por las dudas no piensa salir mucho del hotel ni visitar espacios al aire libre.
Entre los tucumanos que partían a Bolivia ayer a media mañana había muchos que se fueron con el temor de volver infectados con el virus del dengue. Carlos, que fue a comprar prendas de vestir, contó: "gente conocida contrajo la enfermedad allá; por suerte ahora está fresco y uno se siente protegido con la ropa".