BUENOS AIRES.- El escenario político ubicó por estas horas en su epicentro a los antiguos aliados, Néstor Kirchner y Julio Cobos, quienes vieron crecer sus figuras, aunque con distinta proyección y en espacios antagónicos.
Desde que Kirchner deslizó que Daniel Scioli y los intendentes podrían ser candidatos en las próximas elecciones sin que fueran a asumir las bancas que ganaran, toda la política corrió detrás de esa hipótesis, que ni siquiera fue confirmada aún.
Una vez más, Kirchner hizo mover, a su ritmo una oposición que todavía no alcanzó a asimilar el adelantamiento de las elecciones y ahora se sumerge en peleas de cartel para armar las listas contrarreloj.
La Casa Rosada puso en marcha la maquinaria de encuestadoras que sondean cómo es la intención de voto con Scioli. A ese lote, también podría sumarse el vicegobernador y referente peronista del populoso partido de La Matanza, Alberto Balestrini.
Con la idea de candidatear a los intendentes del PJ, en realidad el santacruceño trata de desactivar las componendas en las provincias, donde autodenominados kirchneristas y peronistas disidentes pretendían poner candidatos de una y otra fuerza en ambas listas -la de Kirchner y la De Narváez- y así asegurarse la continuidad mas allá del 28 de junio.
Kirchner busca seguir ejerciendo en los hechos la conducción del peronismo nacional, pese a que en unos 15 distritos habrá listas del peronismo disidente, que además se impondría a la lista kirchneristas en Santa Fe y en Córdoba, y que se hace fuerte en territorio bonaerense.
Del otro lado, Julio Cobos parece erigirse en el faro que necesitaba el radicalismo. La muerte de Raúl Alfonsin no sólo devolvió a la UCR el espíritu perdido de la reunificación sino que provocó que se levantara la sanción de expulsión que regía sobre Cobos.
La UCR prepara para el próximo sábado una demostración de fuerza como desde hace más de una década, con la conformación de la Alianza que llevó a De la Rúa al poder, no era capaz de realizar.
La Convención Nacional de la UCR será la excusa para mostrar el cambio de posición en el radicalismo, en el sentido que ahora quiere ser la cabeza de un frente con el socialismo y la Coalición Cívica. De hecho no es casual que tanto Rubén Giustiniani como Elisa Carrió, sean parte del encuentro de la Convención.
En ese esquema, Cobos tendrá a partir del sábado un rol fundamental. Incluso, el vicepresidente aparecerá en distintos afiches acompañando a candidatos radicales de varias provincias, no sólo Mendoza.
De hecho, ayer recibió a los precandidatos radicales de La Pampa, como Ulises Forte (también ruralista) y Carlos Marino, quienes competirán entre sí.
El espacio de Mauricio Macri, De Narváez y Felipe Solá, todavía no está consolidado. Se trata de buenas intenciones pero se toparon con la realidad cuando empezaron a conformar las listas. "No es fácil ponerse de acuerdo entre tres", confesó un dirigente a cargo del armado.
Tampoco es sencillo para el macrismo, pasar por alto la incontinencia verbal del ex gobernador Solá ante los medios, toda vez que formula declaraciones que generan roces puertas adentro. Como cuando dijo "el lunes vamos a ver si seguimos juntos".