La histórica casa del radicalismo intransigente, en Buenos Aires 375, albergó anoche un reclamo unívoco de alrededor de 200 dirigentes: la normalización partidaria, la unidad de la UCR y la promoción de la figura del vicepresidente, Julio Cobos.
De a poco, las banderas rojas y blancas fueron ganando la calle y, los militantes, apostándose frente a un tradicional ventanal que sirvió de improvisado palco. Desde allí, y detrás de un banderín rojo con la inscripción “Junto a Cobos”, los principales referentes del radicalismo disidente exigieron el cese de la intervención al distrito local y la inmediata convocatoria a todos los dirigentes expulsados.
El legislador cobista Jorge Mendía, el secretario de la convención nacional de la UCR, Esteban Avila, el ex diputado Alfredo Neme Scheij, el ex legislador Juan Roberto Robles y el ex presidente de la convención radical, Ariel García, fueron los principales oradores. Todos plantearon la necesidad de que la UCR convoque a los radicales para luchar contra el poder hegemónico del oficialismo. “Tenemos la responsabilidad de construir una verdadera alternativa para la gente y es por eso que debemos realizar los mayores esfuerzos para unirnos todos”, lanzó García.