Pasó de la alegría a la tristeza

Pasó de la alegría a la tristeza

01 Abril 2009

Un rejuvenecido y delgado Raúl Alfonsín, de 70 años, candidato a diputado nacional, llegó a San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1997 a lanzar desde aquí para todo el país la campaña de la Unión Cívica Radical. En la ocasión, invitó al pueblo peronista a “levantar nuevamente las banderas de la independencia económica y la soberanía nacional”. “No se trata de robar banderas sino de ayudarnos entre todos los argentinos... El mercado no puede resolver los problemas sociales ni tampoco puede orientar el rumbo del desarrollo”, dijo durante una visita a LA GACETA.
El ex presidente retornó pocos meses después -el 8 de octubre-. en vistas a las elecciones del día 26. Señaló que “a los peronistas les falta aprender algo fundamental, que es entregar el poder. Durante el acto de la UCR-Alianza en la cancha de Huracán BB, Alfonsín incurrió en una gaffe al comenzar su discurso. Cuando destacó a los amigos que había tenido durante sus 52 años de política, recordó al “desaparecido peronista tucumano Fernando Riera”. Alfredo Neme Scheij le pegó un tirón del saco, entonces el ex mandatario dijo: “Un abrazo para mi amigo Riera que está vivo”.
Los tucumanos lo volvimos a recibir el 1 de junio de 1999. El ex jefe de Estado que vino a apoyar al binomio aliancista Rodolfo Campero-Pedro Rougés, vaticinó que los últimos meses del gobierno de Carlos Menem iban a ser muy duros en materia económica y social. Disertó en el teatro Alberdi sobre “Democracia y gobernabilidad”.
La alegría se transformó en infinita tristeza el 7 de setiembre de 2004. Alfonsín vino para recibir de la UNT el título de doctor honoris causa. “Lo valoro más que los doctorados que me otorgaron en las universidades de Bologna, Nápoles, Madrid o varias de los Estados Unidos”, dijo y se excusó por la brevedad de sus declaraciones porque, según confesó, tenía un problema grave y debía regresar a Buenos Aires. La confirmación de la muerte de su nieta Amparo Alfonsín, de 15 años, conmocionó al ex mandatario. Sin embargo, subió al escenario para recibir la distinción. El público, ya advertido de la penosa noticia, lo aplaudió de pie, lo que le causó gran emoción.
Los tucumanos lo vieron por última vez el 5 de octubre de 2005. Llegó para respaldar la candidatura a diputado de Federico Romano Norri. “El gobierno de Kirchner tiene cosas buenas y malas. Entre las primeras, cuento el canje de la deuda, el haber estrechado los lazos del Mercosur y la designación de los nuevos jueces de la Corte. De lo negativo, la baja calidad institucional es central”. dijo.

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