SI BIEN EL ULTIMO LUNES la salud de Alfonsín había experimentado una leve mejoría, ayer a la mañana su médico de cabecera, Alberto Sadler, advirtió que el estado del referente radical se había agravado y habló de “un pronóstico reservado”. “Su estado es realmente delicado”; “está levemente peor”, también alcanzó a decir el médico al mediodía. Pero por la tarde empeoró la salud del ex mandatario nacional.
EL TITULAR DE LA UCR, Gerardo Morales; el dirigente radical Juan Pablo Baylac; el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, el ex senador Adolfo Gass y el actor y político Luis Brandoni asistieron durante el día al departamento del ex mandatario, pero no pudieron verlo y sólo se reunieron con la familia.
EL OBISPO JUSTO LAGUNA, amigo de largos años de Alfonsín, visitó ayer al dirigente y confirmó que a fines del año pasado le había dado la “unción de los enfermos”, sacramento destinado a las personas que han visto afectada su salud. “Le di todos los sacramentos a él y a la esposa (María Lorenza Barrenechea). Fue en diciembre antes de irme a Roma”, destacó Laguna al salir ayer del domicilio de Alfonsín. El obispo, muy compungido, detalló que el ex presidente no soltaba su mano, durante el breve momento que estuvo ayer en su domicilio.
RICARDO ALFONSIN, hijo del líder radical, habló al mediodía con la prensa que se habían instalado en la puerta del domicilio de su padre. “Está perfectamente lúcido, conciente de su enfermedad, cuando no está durmiendo, por supuesto. Trata de superar su problema de salud”, dijo Ricardo.
El LIDER RADICAL no recibía asistencia respiratoria sino que se le estuvo proporcionando oxígeno por una cánula nasal. Alfonsín, que padecía hace más de un año cáncer de pulmón con metástasis ósea, “permanece en un estado de tendencia al sueño, y si uno le habla responde con preguntas simples”, precisó Sadler. El profesional regresó a la noche para evaluar el estado de salud.