01 Abril 2009
El ex presidente de la Nación Raúl Alfonsín, símbolo de la recuperación democrática, de la lucha por la libertad y por los derechos humanos, y uno de los grandes líderes de la historia argentina, murió anoche a las 20.30, a los 82 años, luego de varios días de agonía, víctima de un cáncer de pulmón que lo afectó durante meses. Alfonsín falleció en su domicilio de Barrio Norte de la Capital Federal. Sus restos serán velados desde la mañana de hoy en el Congreso y serán sepultados mañana, al mediodía, en el cementerio de la Recoleta. El Gobierno dispuso tres días de duelo nacional, medida a la que adhirió la Provincia. En este lapso la bandera permanecerá a media asta en todos los edificios públicos, pero las actividades laborales y educativas serán normales. Según su médico, Alberto Sadler, el líder radical -primer jefe de Estado luego del retorno democrático entre 1983 y 1989-, murió "tranquilo, acompañado de sus familiares y en mucha paz; estaba dormido". La salud de Alfonsín había sufrido una severa desmejora el domingo, y ayer los médicos habían notado mayor tendencia al sueño y dificultades para la respiración. Sus familiares decidieron no hospitalizarlo; prefirieron que pasara sus últimas horas acompañado por sus seres queridos. Alfonsín cumplió 82 años el 12 de marzo pasado. Había aparecido en público por última vez a principios de octubre de 2008 para la inauguración de un busto con su imagen en la Casa Rosada, oportunidad en la cual estuvo junto a la presidenta, Cristina Kirchner.
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