Los vecinos de la Costanera están desconcertados. El hombre a quién todos sindicaban como “intocable” fue asesinado a plena luz del día y en la calle. La mayoría de ellos se pregunta cuál fue el motivo que llevó al “hombre de la bicicleta” a asesinar a sangre fría al supuesto dealer de la Costanera. “Dicen que lo mataron por la droga, pero otros hablan de amoríos y problemas de ‘polleras”, dijo Nancy, una vecina.
“El sabía que iba a terminar mal. Siempre caminaba por la cornisa y jugaba a ser impune. Lo mataron de la manera más insólita”, sostuvo Luis, otro vecino. En la casa de Tévez todo era silencio. Sus familiares no quieren hablar y eludieron las preguntas de vecinos y curiosos sobre el móvil del asesinato.
Tengo miedo
Carmen, una de las hijas de Tévez, aceleró el paso e ingresó rápidamente a su casa para evitar la charla. “No quiero hablar. Tengo mucho miedo por lo que le pasó a mi papá. Preguntenlé a la Policía. A ellos ya les dije todo lo que sé”, se disculpó ante la pregunta de LA GACETA.
Viviana del Valle Agüero tampoco quiere hablar. La mujer camina de un lado para otro en la sala de guardia del hospital Centro de Salud mientras espera firmar los papeles para que la Policía traslade el cuerpo de su pareja a la morgue judicial. “Está muy golpeada. No puede creer lo que le dice la Policía. El era su pareja”, afirmó conmovido un allegado que solicitó reserva de su identidad.
Las “Madres de la Esperanza” también tomaron la noticia con desconcierto. Juana, una de las integrantes de la organización, está convencida de que a Tévez lo asesinaron por cuestiones relacionadas con las drogas, y no cree en la hipótesis del crimen pasional. “Siempre estuvo metido en ese negocio. No era raro imaginar que iba a terminar así”, confesó la mujer.
La autopsia
El cuerpo de Tévez permaneció en la morgue judicial toda la tarde, mientras los médicos practicaban la autopsia. Por la noche sus familiares retiraron el cadáver y lo trasladaron hasta la vivienda que el hombre poseía en calle Honduras al 1.500. Allí sus familiares, amigos y vecinos le dieron el último adiós. “No merecía morir así. El cobarde lo mató por la espalda y no le dio tiempo a nada”, afirmó, Luis, otro vecino de Tévez.