WINNENDEN y ALABAMA.- Alemania vivió ayer una de las jornadas más tristes de la última década. Un adolescente de 17 años mató 15 personas, ocho de ellas, ex compañeros suyos del colegio, antes de descerrajarse un disparo en la cabeza. Tim K. ingresó al establecimiento con una pistola calibre 9 mm y una gran cantidad de municiones, tras lo cual abrió fuego. "Se escucharon los disparos y todo fue un caos. Los alumnos se tiraban por las ventanas para poder escapar", dijo un testigo. Luego, el muchacho robó un auto y a lo largo de varios kilómetros continuó matando gente. Cuando la Policía logró rodearlo, se suicidó. La canciller alemana, Angela Merkel, decretó jornada de duelo. "Lo sucedido es horroroso", dijo consternada.
Por otra parte, en Estados Unidos, un joven de 27 años mató 11 personas antes de suicidarse cerca de Atlanta. (Reuter-DPA)