Las muertes de "Poltergeist" generaron su leyenda maldita

Tal vez la saga que más ha dado que hablar por su leyenda maldita es "Poltergeist". Estrenada en 1982, la película fue un éxito rotundo. Sus protagonistas se convirtieron de inmediato en estrellas, sobre todo Heather O?Rourke, la niña rubia que descubre a los misteriosos fantasmas en la pantalla del televisor.
Heather falleció a los 12 años mientras filmaba la tercera parte de la serie. La causa: algún tipo severo de gripe. Pero no era la primera víctima de la presunta maldición. Años atrás, luego del estreno de "Poltergeist", otra protagonista, Dominique Dunne (que interpretó a la hermana mayor de Heather), falleció a los 22 años estrangulada por un novio celoso.
Julian Beck, quien encarnó a Kane en la segunda entrega, murió de cáncer al estómago en 1985. Tenía 60 años. Y Will Sampson, el intérprete de Taylor, el curandero, también en "Poltergeist II", murió de problemas renales en 1987. Lo curioso con Sampson es que el actor era una suerte de brujo en la vida real. Durante el rodaje, exorcizó el estudio de grabación porque, se decía, que espíritus malignos lo habitaban. Su muerte, para los supersticiosos, fue una represalia del más allá.
Otras películas o series de televisión presuntamente malditas son "Viaje a las estrellas","CSI" y, más recientemente, "Quantum of Solace", la última de James Bond.

En las artes marciales
También en las artes marciales hay leyendas misteriosas. Bruce Lee sigue siendo hasta el día de hoy el icono de este género en el cine. Y es, quizás, su misteriosa muerte la que hizo crecer el mito.
Mientras filmaba "El juego del miedo", supuestamente el actor chino sufría de un dolor de cabeza y una amiga le dio un analgésico. Lee se tendió sobre la cama y nunca más despertó, llevándose consigo las verdaderas razones de su muerte, que algunos atribuyen a un aneurisma o a una reacción alérgica. Así, la cinta fue terminada de rodar con imágenes de archivo y algunos dobles.
Más tarde, su hijo Brandon Lee corrió la misma suerte, otra vez en un set de grabación. En lo que ha sido definido por muchos como un ajuste de cuentas por la muerte de su padre, Lee se encontraba grabando una de las últimas escenas para terminar el rodaje de "El cuervo", cuando en lugar de recibir una bala de salva recibió una bala real que lo mató en el acto. Y en esta ocasión, el director terminó la cinta reemplazando a Lee por imágenes digitales.