El nuevo rol internacional de Defensa
El objetivo es consolidar Latinoamérica como una zona de paz mediante el diálogo y la cooperación multilateral. El camino correcto para defender el interés nacional. Por Alfredo Waldo Forti - Secretario Asuntos Internacionales, Ministerio de Defensa de la Nación.
La modernización de nuestra política de defensa y su instrumento militar -que son las Fuerzas Armadas- iniciado por el ex primer mandatario Néstor Kirchner y por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, incluye también la dimensión internacional de esa política.
La dimensión internacional de la defensa es abordada a partir de una concepción estratégica defensiva dejando de lado las perimidas hipótesis de conflictos, que son reemplazadas por propuestas de confluencia y cooperación. Evitamos así generar, como en el pasado, percepciones de amenaza a nuestros vecinos, con las consiguientes competencias militaristas y carreras armamentistas en nuestra región. Nuestra política apunta realísticamente a defender el interés nacional promoviendo la seguridad cooperativa en la región y, a través de ella, la paz y la seguridad internacional.
Derivado de estas premisas, el Gobierno nacional ha venido construyendo y afianzando relaciones de carácter estratégico con nuestros vecinos de la subregión y con aliados fuera de ella. Nuestro objetivo es consolidar Latinoamérica como una zona de paz, mediante la intensificación del diálogo y la cooperación bilateral y multilateral. Procuramos junto a los países vecinos, articular un Sistema de Defensa Subregional que se sustente en la interdependencia, la interoperabilidad entre sus instrumentos militares, la homologación de doctrina y medidas de confianza mutua para establecer condiciones que aseguren el mantenimiento sostenible de la paz en nuestra región.
La creación de la Fuerza de Paz Combinada Cruz del Sur con Chile; el acuerdo para establecer la Compañía Binacional de Ingenieros "José de San Martín" con Perú; la iniciativa argentina que impulsó la Asociación Latinoamericana de Centros de Capacitación para Operaciones de Paz (Alcopaz), así como nuestra participación y aportes para el establecimiento del Consejo de Defensa Sudamericano (CDS), constituyen ejemplos tangibles de esta política. Dos puntos centrales de tratamiento del Consejo son el establecimiento en Buenos Aires de un Centro Sudamericano de Estudios Estratégicos de la Defensa y un Colegio Sudamericano de Defensa, ambas iniciativas de nuestro país presentadas en septiembre pasado por la ministra de Defensa, Nilda Garré, a sus pares de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
Respecto a participación directa en Operaciones de Mantenimiento de la Paz bajo bandera de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), actualmente más de 900 efectivos argentinos se encuentran desplegados en las misiones de Haití y Chipre y mantenemos observadores en las misiones de paz de Oriente Medio, de Sudán, de Costa de Marfil, de Congo y de Sahara Occidental.
Esta política de compromiso con la Paz y con la Seguridad Internacional no se limita a la mera presencia de efectivos nacionales en misiones de la ONU. Acorde a la complejidad y a los desafíos que involucra una participación activa de la Argentina en este contexto, estamos implementando una política integral que contempla el entrenamiento, alistamiento, equipamiento, desarrollo de doctrina y cooperación internacional en materia de Operaciones de Mantenimiento de la Paz.
Pero, también desde el punto de vista presupuestario, el gobierno de la presidenta Cristina Kirchner ha dejado atrás infructuosos intentos de anteriores gestiones y logrado un salto cualitativo en materia de financiamiento de nuestra participación en operaciones internacionales, con la institución del Plan de Equipamiento Conjunto para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz (Pecomp). Mediante el Pecomp se garantiza un flujo regular de recursos para la recuperación, modernización y adquisición de materiales utilizados en las misiones de paz. Los fondos provienen de los reembolsos que la ONU realiza en función de la amortización del material argentino actualmente desplegado. Desde el inicio del programa, en 2006, se llevan invertidos $ 101 millones en nuevos vehículos blindados de transporte, en cisternas de agua, en plantas potabilizadoras, en equipamiento del Hospital Militar Reubicable de la Fuerza Aérea y en equipos para la protección del personal.
En otro orden, dado el objetivo de nuestra Política Nacional Antártica de afianzar los derechos de soberanía y presencia en la región, pese al incendio sufrido por el rompehielos "Almirante Irízar" y dos helicópteros, se adoptaron medidas para contratar en alquiler sus reemplazos con el objeto de no poner en riesgo el reabastecimiento de todas las bases. Mientras tanto se ha comenzado en el Complejo Industrial Naval Argentino (Cinar), la reparación del mencionado rompehielos. A esos efectos, se ha obtenido una partida del Presupuesto 2009 para la refacción de su estructura y actualización tecnológica.
En síntesis, aún con las limitaciones presupuestarias propias de un país que con mucho esfuerzo está dejando atrás una profunda crisis económica, el Ejecutivo destina los recursos y el Congreso Nacional avala, con su consenso, que el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas dispongan de las capacidades y medios necesarias para sustentar su nuevo rol internacional.
Las acciones de cooperación regional y participación en misiones de paz internacional sintetizan una nueva política de gobierno que defiende y proyecta el interés nacional.
Nadie duda que aún faltan recursos y medios para alcanzar un nivel óptimo, ello es parte intrínseca del actual proceso. Empero, difícilmente se podrá argumentar que no estamos en el camino correcto para defender el interés nacional.