En “Mejor, imposible”, la película protagonizada por el genial Jack Nicholson (quien mereció el Oscar de la Academia al mejor actor por su performance) y Helen Hunt (quien también se llevó la estatuilla a la mejor actriz por su papel de Carol), el antipático escritor de novelas románticas Melvin Udall interpreta un obsesivo compulsivo clásico.
La vida de Melvin ha sufrido varios cambios luego de que le encargaran cuidar el perro de su vecino homosexual y de que su camarera preferida dejó de atenderlo debido a que su hijo estaba enfermo. Todas estas modificaciones pondrán a prueba su estructura obsesiva.
Las baldosas
Melvin apelaba a rituales absurdos como la meticulosidad con la que organizaba su valija para irse de viaje; la manía de no pisar las uniones de las baldosas y la de apagar y prender la luz hasta cinco veces; la obsesión de tirar el jabón cada vez que se limpiaba las manos y la de llevar sus propios cubiertos al restaurante.
Una gran muestra de superación de su trastorno ocurre al final, cuando luego de animarse a expresarle sus verdaderos sentimientos a Carol, finalmente se decide a vencer su estructura y a pisar la unión de dos baldosas.