24 Enero 2009
TEL AVIV.- El ex senador estadounidense George Mitchell tratará una vez más de lograr avances por la paz en Cercano Oriente, pero no hay garantías de que tenga más éxito que la primera. En 2001, meses después del estallido de la segunda intifada tras la paralización de las negociaciones, encabezó un comité que estudió las causas de la espiral de violencia. El resultante Informe Mitchell hacía recomendaciones para acabar con los enfrentamientos y volver a la negociación, entre ellas, el congelamiento de los asentamientos judíos y la actuación palestina contra los extremistas. Ambas partes aceptaron las conclusiones, pero nunca se pusieron en práctica.
Mitchell fue mucho más exitoso como enviado del ex presidente Bill Clinton a Irlanda del Norte, donde contribuyó a forjar los Acuerdos de Viernes Santo de 1998.
Por otra parte, las circunstancias han cambiado en Cercano Oriente. En Cisjordania, la violencia se ha reducido bajo la presidencia de Mahmoud Abbas, pero en la Franja de Gaza el control está en manos de Hamas y la intifada ha continuado en forma de lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel.
Mitchell tiene la instrucción de abocarse lo antes posible a la primera tarea: conseguir que la tregua mediada por Egipto entre Israel y Hamas, que ya expira y que es muy frágil, se convierta en estable.
Mitchell fue mucho más exitoso como enviado del ex presidente Bill Clinton a Irlanda del Norte, donde contribuyó a forjar los Acuerdos de Viernes Santo de 1998.
Por otra parte, las circunstancias han cambiado en Cercano Oriente. En Cisjordania, la violencia se ha reducido bajo la presidencia de Mahmoud Abbas, pero en la Franja de Gaza el control está en manos de Hamas y la intifada ha continuado en forma de lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel.
Mitchell tiene la instrucción de abocarse lo antes posible a la primera tarea: conseguir que la tregua mediada por Egipto entre Israel y Hamas, que ya expira y que es muy frágil, se convierta en estable.