En Tucumán las pastillas ocupan el tercer lugar en el consumo

En Tucumán las pastillas ocupan el tercer lugar en el consumo

El presidente del Colegio de Farmacéuticos sostuvo que hay que reforzar los controles sobre la venta de remedios sin prescripción médica.

PELIGROSAS. El consumo en exceso de pastillas provoca serios daños.­
16 Enero 2009

El consumo de pastillas ocupa el tercer puesto en el ranking de las sustancias tóxicas más usadas en Tucumán, después del tabaco y del alcohol, según las estadísticas de la La Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar). Los tranquilizantes y estimulantes son las sustancias más utilizadas, aunque los farmacéuticos advierten que los adictos mezclan todo tipo de fármacos y que estas pastillas se expenden en muchos comercios del rubro sin exigir recetas.
Fernando Esper, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Tucumán, aclaró que la venta de medicamentos sin recetario médico está penada por ley. No obstante, señaló que hay farmacias que no cumplen con esta norma y que también registraron casos de consumidores que falsifican prescripciones y hasta sellos médicos.
Ante esta situación, el profesional comentó que la institución que dirige está impulsando la creación de un registro de firmas de todos los médicos que ejercen en la provincia para, de esta manera, controlar mejor el expendio irregular de pastillas. “Hace poco recibimos la denuncia de un caso de un médico al que le robaron el sello y lo utilizaron para comprar medicamentos”, ejemplificó Esper.
El profesional sostuvo que es necesario hacer controles más exhaustivos. Al respecto dijo que el Siprosa tiene un área específica que sí está haciendo inspecciones en los negocios. Cuando se detectan irregularidades, se sanciona al farmacéutico con multas y hasta con la suspensión de su matrícula, detalló. “Hay que profundizar más en este asunto. También recibimos a una mujer que denunció que hizo un intento de suicidio con pastillas, que le vendían sin recetarios”, ilustró. Según Esper, esta problemática es muy grave. “Si alguien se toma una caja entera de pastillas vendidas sin prescripción médica y se muere, ello es responsabilidad del farmacéutico”, acotó. “También es una cuestión de ética profesional: el expendio de medicamentos sin receta es un hecho criminal”, aseveró.
El farmacéutico reconoció que existe un mercado negro de pastillas. Dijo que, aunque a nivel nacional hay amplios controles sobre la elaboración y venta de psicofármacos, es evidente que existe una producción que no se registra ya que siempre se registran casos de comercialización ilegal.

En quioscos y almacenes
Elena Cárdenas, que trabajó durante muchos años en el Colegio de Farmacéuticos para erradicar la venta ilegal de medicamentos, señaló que pese a que hay más controles todavía aparece la comercialización de fármacos en quioscos y almacenes, lo cual está prohibido. “No sé cómo los consiguen”, se quejó la especialista.
Según la farmacéutica, los jóvenes no sólo consumen psicotrópicos. “Mezclan todo tipo de pastillas y ni siquiera conocen el efecto que causan en el organismo. Esto es muy grave porque las sobredosis de fármacos provoca graves consecuencias en la salud de las personas”, explicó, y añadió que en su comercio hasta vieron un caso de un menor que se drogaba con un jarabe para la tos.

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