15 Enero 2009
BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández agradeció la preocupación que generó su estado de salud y, en su primera aparición pública tras un descanso de una semana por prescripción médica, aclaró que no se desmayó, sino que sufrió hipotensión y deshidratación por la actividad y el calor. Además, atribuyó el cuadro de lipotimia que la aquejó a su padecimiento crónico de baja presión.
En réplica a quienes le aconsejan trabajar menos, enfatizó: "soy presidenta los 365 días del año y las 24 horas del día". "Soy muy 'enchufada'", confesó en la residencia de Olivos, antes de hacer anuncios de medidas para el agro y, luego, en un breve contacto informal con la prensa cuando se retiraba.
La mandataria se manifestó interesada en dar detalles sobre su estado de salud a fin de echar por tierra con las conjeturas.
Hacia el final de su discurso, Fernández retomó el tema de su indisposición para enviar un mensaje. "Con lipotimia, sin lipotimia, con presión, sin presión baja, con calor o sin calor, eso es lo que voy a seguir haciendo: cuidando el interés de todos los argentinos", subrayó.
La semana pasada, el malestar de la Presidenta la obligó a suspender los anuncios que justamente formuló ayer, entre otras actividades oficiales, y reprogramar su viaje a Cuba y a Venezuela, que aprovechó para confirmar. La jefa de Estado explicó que su presión cayó a "5-6" (mínima-máxima) por una situación de deshidratación, cuando siendo hipotensa crónica su tensión es de "7-9" o "7-10".
Rodeada de periodistas al término de su mensaje en Olivos, aseguró sonriente: "está todo bien". Al bromear con los profesionales que la interrogaron sobre una nueva marca de agua que estuvo tomando mientras habló, indicó que se encargó de sacar la etiqueta para no publicitarla. "He leído muchas cosas en los medios acerca de qué me aquejaba y quiero darles la tranquilidad: primero nunca tuve ningún desmayo", puntualizó. Sin embargo, aclaró que una vez en la vida se desmayó y fue en 1982, cuando sufrió un accidente de auto. Tras el reposo que debió guardar, Cristina mantuvo las últimas 48 horas reuniones con funcionarios nacionales en Olivos, pero en forma privada y sin prensa. (DyN)
En réplica a quienes le aconsejan trabajar menos, enfatizó: "soy presidenta los 365 días del año y las 24 horas del día". "Soy muy 'enchufada'", confesó en la residencia de Olivos, antes de hacer anuncios de medidas para el agro y, luego, en un breve contacto informal con la prensa cuando se retiraba.
La mandataria se manifestó interesada en dar detalles sobre su estado de salud a fin de echar por tierra con las conjeturas.
Hacia el final de su discurso, Fernández retomó el tema de su indisposición para enviar un mensaje. "Con lipotimia, sin lipotimia, con presión, sin presión baja, con calor o sin calor, eso es lo que voy a seguir haciendo: cuidando el interés de todos los argentinos", subrayó.
La semana pasada, el malestar de la Presidenta la obligó a suspender los anuncios que justamente formuló ayer, entre otras actividades oficiales, y reprogramar su viaje a Cuba y a Venezuela, que aprovechó para confirmar. La jefa de Estado explicó que su presión cayó a "5-6" (mínima-máxima) por una situación de deshidratación, cuando siendo hipotensa crónica su tensión es de "7-9" o "7-10".
Rodeada de periodistas al término de su mensaje en Olivos, aseguró sonriente: "está todo bien". Al bromear con los profesionales que la interrogaron sobre una nueva marca de agua que estuvo tomando mientras habló, indicó que se encargó de sacar la etiqueta para no publicitarla. "He leído muchas cosas en los medios acerca de qué me aquejaba y quiero darles la tranquilidad: primero nunca tuve ningún desmayo", puntualizó. Sin embargo, aclaró que una vez en la vida se desmayó y fue en 1982, cuando sufrió un accidente de auto. Tras el reposo que debió guardar, Cristina mantuvo las últimas 48 horas reuniones con funcionarios nacionales en Olivos, pero en forma privada y sin prensa. (DyN)
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