En una de las esquinas de la calle principal del barrio Lomas de Tafí, Fátima Pérez esperaba el ómnibus de la línea 131, bajo un sol que calcinaba. “Tengo que ir al centro para hacer varios trámites”, contó la mujer, que después de 15 minutos empezaba a cansarse de esperar el colectivo.
Hace menos de una semana que las unidades de la empresa Itilco circulan por las calles internas del barrio. “Deberían pasar cada 15 minutos, pero nunca respetan la frecuencia”, contó Fátima. Además de los coches de la línea 131, la otra alternativa que tienen los vecinos de Lomas de Tafí para viajar en transporte público es caminar varias cuadras hasta el barrio Policial, por donde circula la línea 1. “Desde mi casa hasta allí debo recorrer ocho cuadras. Por eso ahora no lo dudo: sólo tomo el 131”, señaló la vecina.
A causa de la escasez de transporte público en la zona, Mabel tuvo que dejar de trabajar. “Para llegar a la parada debía caminar muchas cuadras, sin tener la certeza de si conseguiría ómnibus o no. Y mi trabajo queda demasiado lejos de aquí”, contó la mujer de 33 años.
Sin alumbrado público
Caminar desde Lomas de Tafí hasta el barrio Policial para tomar el ómnibus de noche es, según los vecinos, muy inseguro. “Nos mudamos cuando nos entregaron la escritura, pensando que el barrio iba a estar listo, Pero aún no tenemos alumbrado público. Es algo muy necesario”, opinó Jorge Juárez.
Además, dijo que aunque todas las casas tienen casillas de gas, todavía no disponen del servicio a través de una red domiciliaria. En su lugar, deben utilizar garrafas.
Consultado por LA GACETA, Alberto Remis, del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) dijo que el miércoles se reunieron con directivos de Gasnor, quienes les informaron que ya habían resuelto un inconveniente que hubo durante la ejecución de la obra y que habían empezado a recibir los formularios para habilitar el servicio en las 600 viviendas.