Salta, "La Linda", así le ha puesto la historia. Sus paseos y arquitectura coloniales, sus paisajes coloridos, sus buenos vinos, la poesía y el folclore de sus valles, la paz de sus montañas y la aventura de sus ríos hacen honor al apelativo.
El Tren de las Nubes, el dique Cabra Corral, históricas poblaciones como Cafayate, San carlos y Cachi y la misma capital, plantada al pie del cerro San Bernardo han convertido a la provincia en un polo de atracción internacional.
El Tren de las Nubes, uno de sus emblemas más conocidos, se extiende a lo largo de 434 km (ida y vuelta). Parte desde la Estación de Ferrocarril de Salta con destinos de alto vuelo, y poco a poco va ganando altura para develar la majestuosidad del paisaje salteño. El altiplano argentino aparece en todo su esplendor y, a medida que se transitan puentes, viaductos, túneles, y rulos el viajero va llenando de vida su corazón.
Un espectáculo indescriptible lo sorprende a llegar a los 4.220 metros sobre el nivel del mar, rodeado solamente de nubes; es el punto más alto y atrapante del recorrido, según se asegura. El confort y la seguridad están contemplados en los vagones; el tren incluye un coche comedor, un consultorio médico para los que padezcan el apunamiento, así como servicios de audio y video.
Otra de las grandes propuestas que ofrece la provincia es el turismo aventura: se puede practicar en sus montañas y ríos trekking, cabalgatas, y realizar excursiones en 4x4. Quienes busquen experiencias más osadas que les lleven la adrenalina a su máxima expresión, en el dique Cabra Corral, a 62 km de la capital, se invita a realizar rafting (una especie de canotaje), bungee-jumping (saltar al vacío sujetado por las piernas) y rappel (descender por la ladera de una montaña con una soga)
La pesca y el deporte
El enorme espejo de agua, con una extensión de 11.650 hectáreas, ha permitido manejar las crecidas del río Juramento y producir energía que es suministrada a las provincias vecinas. El Embalse Belgrano, si lo llamamos por su verdadero nombre, ha contribuido al desarrollo de la pesca, proveyendo de un escenario de nivel internacional para el desarrollo de este deporte y de muchos otros relacionados con el ambiente acuático. En este marco de imponderable belleza hay facilidades para satisfacer todo tipo de demanda de los turistas. Para los que apuestan por la paz y el descanso se ofrecen, por ejemplo, avistajes de aves marinas, fósiles autóctonos y pinturas rupestres.
Excelente vino
Uno de los tesoros salteños, la ciudad de Cafayate, se ubica en el corazón de los Valles Calchaquíes. Esta nos seduce con la belleza de sus paisajes, la bondad de su clima, el excelente vino Torrontés de prestigio nacional, y la amabilidad de su gente. Las caprichosas formas geológicas,-"El Sapo", o "El Castillo", entre otras- se conjugan con un pueblo que aún conserva las características de su arquitectura colonial, con calles, museos y una plaza arbolada y florida de donde emanan siglos de historia.
Durante el día la ciudad muestra todo su esplendor, arropada por el cerro San Bernardo, muestra en su centro histórico la impronta de la fisonomía hispánica que se mezcla con las construcciones modernas. La especial atención al turismo, nacional e internacional, se luce en cada rincón.
La noche se ha convertido, paulatinamente, en una de las grandes protagonistas de salteños y de visitantes. Para los amantes de las horas sin sol, la calle Balcarce se ha vuelto la principal compañera. Allí han abierto diferentes bares, que abarcan todos los gustos, desde jazz y rock hasta peñas folclóricas, donde se mezclan todas las edades. Para los que buscan algo más tranquilo las ofertas de cine, teatro y casino se mantienen entre las de primera clase de nuestro país.
En esta provincia todos los deseos son posibles: hay tupidas selvas, valles, serranías y desiertos desolados, rodeando una ciudad con todos los servicios. Ya sea que se quiera descansar y contemplar la belleza que lo circunda, o formar parte de la aventura, Salta tiene una oferta para cada gusto .