Los jóvenes hicieron un tour de fiestas y bailaron en las calles

Después de la Nochebuena, la consigna para los jóvenes fue divertirse. No importaba dónde ni con quién. Fiestas privadas, calles cortadas para el festejo, bares con karaoke, casas de familia abiertas al público y veredas. Cualquier espacio fue ideal para encontrarse, saludarse y compartir.
Miles de jóvenes salieron en busca de distintas fiestas. En capital, se cortó una calle en San Lorenzo 4.400 y la gente festejó al aire libre.
En Yerba Buena hubo festejos en avenida Aconquija 2.700, en Saavedra Lamas al 300, y en El Corte. En Tafí Viejo se celebraron, entre otras movidas, una fiesta de música electrónica.
En respuesta a quejas de los vecinos, los inspectores del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA), que trabajaron junto a la Policía Motorizada, levantaron numerosas actas. Según se informó, se filmaron los procedimientos y todos se desarrollaron sin conflictos.
Se realizaron controles de alcoholemia entre las 2 y las 6, en Yerba Buena, Capital y Lules; y previamente, también se habían realizado de 16 a 21. Como resultado de estos operativos se secuestraron dos motos y un automóvil, según dijo a LA GACETA Roberto Viaña, director de Transporte de la Provincia. Algunos de los sitios donde se hicieron los controles fueron la avenida Aconquija, el Camino del Perú y avenida Ejército del Norte.

Cada vez más gente
"Las fiestas congregaron a más gente que en otros años; se concentraron principalmente en Yerba Buena, Banda del Río Salí y Tafí Viejo. Como siempre, las infracciones fueron numerosas", afirmó Karina Lescano, interventora del IPLA.
Algunos jóvenes optaron por quedarse en la avenida Aconquija o en La Rotonda, escuchando música en los autos. Por las calles deambularon grupos de chicos en busca de fiestas.
El festejo más popular tuvo lugar en San Lorenzo al 4.400. Allí los vecinos ubicaron mesas en una esquina, y, en la siguiente, los adolescentes pusieron música y armaron una barra improvisada, donde colocaron la bebida. Los chicos, cuyas edades oscilaban entre los 16 y los 20 años, bailaron en la calle.
"Es la primera vez que se hace esto; me parece perfecto que haya lugares alternativos para divertirse en Navidad, me encanta", dijo una de las vecinas invitadas a la fiesta, Sol Elijis, de 19 años.
La avenida Aconquija fue la principal vía por donde traseúntes y autos se desplazaron, aprovechando la cercanía de tres fiestas en las que se cobraba entrada: a la altura del 2.700, en Saavedra Lamas al 300 y en "El refugio", El Corte. La primera se desarrolló en una casa de familia, donde se congregó una multitud.
La música se acalló a las 7. Pero los jóvenes quedaron en las inmediaciones conversando hasta después de las 8. La vuelta se complicó por la falta de taxis. Los que no pudieron entrar en esta fiesta se trasladaron a Saavedra Lamas al 300 y en "El refugio". En esta última, LA GACETA fue intimada a retirarse por una persona que no quiso identificarse.
Matías Martínez Zavalía, de 21 años, sintetizó el sentir de los jóvenes: "en Navidad hay que festejar primero con la familia y después con los amigos. Si no podemos entrar en una fiesta nos vamos a otra; la cuestión es divertirse".

Detalles de la noche
Los celulares sirvieron como forma de enterarse de distintas fiestas. Los jóvenes se enviaban mensajes de texto con las direcciones de las fiestas.

Los accesorios dieron color a la noche. Los chicos salieron a la calle con gorros de Papá Noel y las chicas con flores en el cabello.

Las cámaras de fotos no se quedaron en casa. Los adolescentes se detenían a fotografiarse con sus amigos en todo momento por las calles.

Las garitas fueron el lugar preferido para las tomas fotográficas. Los jóvenes hacían fila para subirse y sacarse una foto.

Las invitaciones a muchas de las fiestas se realizaron a través de facebook. Prometedores flyers (volantes) con imágenes, nombres de los disjoyeys, tipos de música y hasta mapas con la ubicación de las fiestas fueron enviados por la red.

La música no dejó de sonar por las calles. Autos con sus equipos encendidos y casas con sus parlantes en la vereda dieron alegría al festejo.