Según el sondeo para determinar el Indice de Confianza en la Justicia (ICJ), el 85% de los encuestados tiene una percepción negativa global del comportamiento de los magistrados. Consideró poco o nada confiable la imparcialidad de los miembros de la Justicia, mientras que apenas el 12% dijo que es confiable y sólo el 1% muy confiable.
La imparcialidad se refiere a que se trate a todos los ciudadanos que accionan en los tribunales de igual modo, sin importar sus medios económicos, sus contactos o su afiliación política.
Con respecto a la capacidad y la eficiencia de jueces, fiscales y defensores oficiales, el 84% opinó que esos funcionarios son poco o nada confiables, frente a un 16% de confiabilidad.
En cuanto a la honestidad y la honradez de los integrantes de los poderes judiciales de todo el país, el 85% de los encuestados respondieron en forma negativa; el 13%, positiva (confiable o muy confiable); y un 3% restante que no sabe o no contesta.