Hasta una playa se instaló en una sala del museo en una exposición

Desde la presentación de la muestra en el plasma ubicado en el ingreso del MUNT ya se respiraba el pop: por un lado, se escuchaba el emblemático tema de Los Chicles (“Tarde de té”); por el otro, la publicidad de Washington Clinique (de Rodrigo Amarillo), en la que un crítico de arte imaginario ofrecía sus servicios para que los supuestos artistas puedan triunfar, todo al modo del famoso “llame ya”.
“Escena Pop 2” (Clínica de rehabilitación para artistas adictos y en crisis”), cerró la temporada del MUNT, con una multitudinaria convocatoria, en la que, curiosamente, también asistió un público adulto. Algunos trabajos provocaron sorpresa entre los espectadores, por el grado de ocurrencia de los mismos y por su espíritu lúdico.
En la primera sala, literalmente se instaló una playa en la que la diva Marlok (Lorena Kaethner) -foto-protegida por dos guardias, tomaba sol y leía revistas, no permitiéndose que se la fotografiara. El trabajo contrastaba con dos videos en los que Rolo Juárez y Marcos Bauzá intentaban un diálogo, pero en tiempos distintos; un metro más allá, una escultura autorretrato de Gabriel Chaile parecía pedir auxilio en una pileta de bebé, y Manuel Carlino clasificaba a los artistas en geniales, re geniales y top.
En la sala central Pan Duro armó su propia instalación, con un grafiti realizado con tapitas de gaseosas, que prácticamente enmarcaba el monitor que transmitió dos canciones del dúo: a todo volumen, Soledad Alastuey y Belén Romero Gunset, rapeaban letras críticas contra la contaminación ambiental y le daban el clima festivo a la exposición; en un panel, Lucrecia Lionti ironizaba sobre la obra de arte, con frases hechas y cliches docentes, y Daniel Elías con su instalación fotográfica reflexionaba sobre el transcurrir del tiempo y el tedio. En las pinturas de Rolo Juárez no podía faltar la imagen de Marilyn Monroe, a lo Andy Warhol, en tanto que extraños objetos informes de Sebastián Rosso se desplazaban como en una alfombra.

Terapia y perfumes
En un pequeño cuarto, un video del grupo Menos Nosotras Dos mostraba imágenes de sus integrantes, en tanto que por el audio se escuchaba una sesión de terapia con una psicóloga. Guillermo Stefani recortó miles de papeles en los que ubicó, delicadamente, 55 muestras de perfumes; Juan Plus y Lucía Gasconi instalaron en una pared un reproductor mp3, y a través de los auriculares la gente podía escuchar sus composiciones musicales. Desde un video, Rosalba Mirabella enseñaba a hacer un limonada; Belén Aguirre trabajaba con un curioso personaje en su fotografía y Javier Juárez parodiaba una publicidad.
Al final, en la sala multimedia, Max y Lowrey, el artista realizó una performance sonora, en la que incorporó extraños objetos como instrumentos musicales. La muestra fue curada por Jorge Figueroa.