28 Noviembre 2008
"La noche del 5 de setiembre comprendí que el campo es así; contra la naturaleza lo único que vale es la inversión. En nuestro caso, el riego antihelada tiene un costo de U$S 5.000 por hectárea", señaló a LA GACETA Rural el productor Matías Ortíz de Rosas.
"Esa noche la naturaleza me llevó en cuatro horas toda la ilusión de un año de espera. Era la cuarta cosecha, la que uno espera para poder empezar a recuperar algo de lo invertido", apuntó.
Ortiz de Rosas apuntó que luego de la helada continúan con las tareas culturales necesarias para llegar a la cosecha 2009, reducida a lo imprescindible "por que plata no hay", pero que con el apoyo de los asesores técnicos estima que llegará a ser buena.
"La peor parte que nos toca es dejar sin trabajo a más o menos cinco personas, pero es la realidad. Los proyectos de plantación quedaron a cero, la poda post cosecha está en igual condición y lo único que queda es evitar las malezas y las enfermedades fúngicas. Este es el momento de salir a buscar el crédito de las agroquímicas que nos ofrecieron, y actitud de la que estamos agradecidos", dijo.
El productor apuntó que Estado provincial se movilizó y entendió la situación, y que por eso rige el decreto que declara el desastre para el sector arandanero.
"El apoyo para quienes solicitamos créditos frente a la inversión del equipo antihelada se gestiona por intermedio del IDEP y será otorgado por el Banco Nación; el Estado provincial nos subsidiará 3 o 4 puntos de interés", resaltó.
En cuanto al futuro de la actividad, Ortiz de Rosas dijo que seguirá apostando hasta reacomodarse económicamente. "En Tucumán tenemos ventajas sobre el resto del país, ya que somos la primera en llegar al mundo con nuestro arándano. Resta esperar que aparezca la industria para lo comercializar los excedentes.", concluyó.
"Esa noche la naturaleza me llevó en cuatro horas toda la ilusión de un año de espera. Era la cuarta cosecha, la que uno espera para poder empezar a recuperar algo de lo invertido", apuntó.
Ortiz de Rosas apuntó que luego de la helada continúan con las tareas culturales necesarias para llegar a la cosecha 2009, reducida a lo imprescindible "por que plata no hay", pero que con el apoyo de los asesores técnicos estima que llegará a ser buena.
"La peor parte que nos toca es dejar sin trabajo a más o menos cinco personas, pero es la realidad. Los proyectos de plantación quedaron a cero, la poda post cosecha está en igual condición y lo único que queda es evitar las malezas y las enfermedades fúngicas. Este es el momento de salir a buscar el crédito de las agroquímicas que nos ofrecieron, y actitud de la que estamos agradecidos", dijo.
El productor apuntó que Estado provincial se movilizó y entendió la situación, y que por eso rige el decreto que declara el desastre para el sector arandanero.
"El apoyo para quienes solicitamos créditos frente a la inversión del equipo antihelada se gestiona por intermedio del IDEP y será otorgado por el Banco Nación; el Estado provincial nos subsidiará 3 o 4 puntos de interés", resaltó.
En cuanto al futuro de la actividad, Ortiz de Rosas dijo que seguirá apostando hasta reacomodarse económicamente. "En Tucumán tenemos ventajas sobre el resto del país, ya que somos la primera en llegar al mundo con nuestro arándano. Resta esperar que aparezca la industria para lo comercializar los excedentes.", concluyó.