“Una vez cazó una leona. Le había comido una oveja y él la enfrentó con un cuchillo. Tenía 12 años. El apodo le quedaba chico”. Esta fue una de las anécdotas que contaron los vecinos de Los Pereyra. Cerca de 50 personas, muchas de ellas de la edad que tenía Mario “Malevo” Ferreyra al momento de su muerte, llegaron al cementerio de esa localidad a las 10.30 de ayer. Allí recordaron al ex policía.
Roberto Jerez, de 67 años, aseguró que no había robo en el pueblo que no fuera resuelto por el “Malevo”. “Una vez se habían robado unos animales. El notó que un cuervo salió volando y dijo: ‘ahí están’. Fuimos hasta el lugar y ahí estaban”. Una historia similar narró Pedro Aragón (63 años). “Con sólo mirar los pastos sabía si había pasado un caballo”, dijo.
Pero los robos no eran el único motivo por lo que Ferreyra regresaba cada tanto a su lugar de nacimiento. “Le gustaba el fútbol; era un muy buen número 5. No era de ‘calentarse’; una vez, uno le llegó feo a los tobillos. Lo miró y sólo le dijo: ‘jugá tranquilo, chango’”, rememoró Juan Albornoz.