BUENOS AIRES. (Enviado especial, Juan José Concha Martínez).- Sorpresa, reflexión y enojo. Esas fueron las tres reacciones que, de manera sucesiva, experimentaron altos ejecutivos bancarios que, en la Capital Federal, se enteraron de que sus filiales radicadas en Tucumán deberán pagar más impuestos.
En primera instancia, las confusas declaraciones del gobernador, José Alperovich, los dejaron atónitos: no sabían a qué tributo se refería el mandatario ni cómo iba a instrumentarse. Más tarde, tras la consulta de LA GACETA, entendieron que deberán pagar más por Ingresos Brutos y su reacción fue inmediata. “Alperovich quiere hacer lo mismo que Mauricio Macri (jefe de Gobierno porteño). Buscan generar recursos a costa de una suba impositiva”, se quejó un banquero de una entidad internacional. La mención de Macri está referida a que, en la Capital Federal, el jefe comunal propuso una suba impositiva que incluye gravámenes a las transacciones con tarjetas de crédito.
Las voces bancarias se concentraron en comentarios unánimes sobre que la medida anunciada por Alperovich se inscribe en la necesidad de caja de las provincias. “Esta resolución del Gobierno de Tucumán evidencia que necesitan fondos urgentemente”, comentó otro ejecutivo.
Luego, no dudaron en indicar -siempre con la cautela de solicitar que sus nombre ni cargos sean divulgados- que la medida se traducirá en un encarecimiento del dinero. “Seguramente el alza en Ingresos Brutos se trasladará a los clientes. No sabemos bien en qué consiste la medida anunciada, pero las transacciones se verán afectadas”, resaltó un banquero.
Visiblemente molesto, un ejecutivo dijo: “lo grave es que los gobiernos provinciales, en vez de acotar el gasto público para enfrentar la crisis, suben los impuestos”.