19 Noviembre 2008
Massuh fue un cultor de la amistad. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
El filósofo tucumano Víctor Massuh murió ayer a los 84 años en la ciudad de Buenos Aires, donde residía. Sus restos fueron velados en su domicilio, y serán inhumados hoy en el cementerio Jardín de la Paz, en Pilar. La comunidad intelectual de Tucumán quedó conmovida por la noticia del deceso del ensayista, diplomático y colaborador permanente de LA GACETA Literaria.
Massuh había nacido el 25 de febrero de 1924 en San Miguel de Tucumán; había estudiado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, donde también se doctoró. Ejerció la docencia en numerosas universidades argentinas; fue miembro de numerosas academias y desarrolló una vasta obra filosófica. También cubrió funciones diplomáticas, como la de embajador de la Argentina ante la UNESCO. Al margen de su destacada trayectoria intelectual, fue, según sus amigos, un tucumano que siempre volvía a su provincia y que privilegiaba la amistad por sobre todas las cosas.
Massuh había nacido el 25 de febrero de 1924 en San Miguel de Tucumán; había estudiado en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, donde también se doctoró. Ejerció la docencia en numerosas universidades argentinas; fue miembro de numerosas academias y desarrolló una vasta obra filosófica. También cubrió funciones diplomáticas, como la de embajador de la Argentina ante la UNESCO. Al margen de su destacada trayectoria intelectual, fue, según sus amigos, un tucumano que siempre volvía a su provincia y que privilegiaba la amistad por sobre todas las cosas.