“Todavía me queda, lamentablemente, algo de político”, rezongó Alberto Germanó, ex ministro de Gobierno durante la gestión de Antonio Domingo Bussi (1995-1999). El republicano reconoce que los políticos son mentirosos, pero cree que hay una cuestión social como trasfondo. “Desde el punto de vista filosófico, forma parte de las virtudes republicanas. Pero lo que ocurre es que el político depende de los votos. Por eso se inclina a lanzar mentiras; si no miente, se queda sin votos. En otros lugares se aprecia el valor de la verdad; en Argentina, en cambio, la gente quiere escuchar cosas positivas. Como el político sabe eso, trata de endulzar su discurso y ahí cae en esto de las llamadas mentiras piadosas”, sostuvo. De todas formas, Germanó considera que hay un abuso de mentiras en la política actual: “hay algunos que mienten para el campeonato”.