11 Noviembre 2008
AGRADECIMIENTO. La viuda del artista, Eva Piwowarski, recibió el recuerdo de manos del presidente del Festival. LA GACETA/ANTONIO FERRONI
MAR DEL PLATA.- El rostro apergaminado ocupa toda la pantalla. "Yo soy un negro viejo que no sirve pa? nada? me llamo Gerardo Reales", dice con inconfundible tonada tucumana. El contraste del blanco y negro del filme es rotundo, casi sin grises, y las arrugas del viejo se potencian dramáticamente. En la platea, como hace cuatro décadas, el público está pendiente del mínimo gesto que entrega un primer plano que busca el alma del hombre que desgrana su relato. Después, los espectadores verán el paisaje típico del campo tucumano y conocerán a los integrantes de la familia del viejo; se encontrarán frente a frente con el drama de esos argentinos, y con paradojas como la que canta la melodiosa voz de Tito Segura: "qué vida la del Mariano, castigar y castigar? comisario en Caspinchango, mandadero en Acheral"
Gerardo Vallejo filmó "El camino hacia la muerte del viejo Reales" como una experiencia original del grupo Cine Liberación, en la que los elementos de la realidad iban dictando el armado de la trama y el guión que elaboró el propio Vallejo con la colaboración de Octavio Getino y Fernando Solanas. El resultado fue uno de los mejores documentales de la historia del cine latinoamericano.
Dentro del 23 Festival internacional de Cine de Mar del Plata, se realizó un homenaje al realizador tucumano que falleció el año pasado en Buenos Aires. En un breve acto que se llevó a cabo en uno de los cines en los que se desarrolla la muestra, el presidente del Festival, José Martínez Suárez, recordó a Vallejo con emoción.
"Era un hombre cabal, honesto, sencillo, trabajador, inteligente, culto y, sobre todo, valiente", señaló. "Hizo lo que tuvo que hacer como hombre: defender sus ideas hasta las últimas instancias", agregó Martínez Suárez, quien finalizó su intervención con un agradecimiento a Vallejo por su obra y por la valentía que demostró al vencer todas las dificultades que se le presentaron durante la realización de sus filmes.
La viuda del artista, Eva Piwowarski, recibió el recuerdo de manos del presidente del Festival y agradeció la decisión de recordar la obra del cineasta. Finalmente, el director artístico del Festival, Fernando Martín Peña, se refirió a las obras que se presentaron: un corto titulado "Ollas populares" y el largometraje sobre Reales. Peña subrayó la necesidad de que se tome conciencia sobre la importancia que tiene rescatar la obra cinematográfica de los realizadores argentinos. "Hace a nuestra identidad como pueblo", afirmó. Peña hizo referencia al valor del material que se exhibió durante el homenaje, ya que se trata de copias nuevas de filmes que estaban a punto de perderse. Detalló al respecto que uno de los actos de "El camino? " ya estaba perdido, y que debió reconstruirse a partir de fragmentos de otras copias a las que se pudo acceder.
Finalmente se proyectó el cortometraje "Ollas populares", un desgarrador documental con imágenes captadas en los ingenios cerrados durante la dictadura de Juan Carlos Onganía que pudo rescatarse gracias a que una familia, en cuya casa funcionaba una unidad básica en la que el filme se proyectaba, conservó el material durante décadas y finalmente lo puso en manos de los especialistas para que pudiera ser restaurado. Como cierre del homenaje, se proyectó "El camino hacia la muerte del viejo Reales". El aplauso que coronó el final de las dos proyecciones demuestra que la potencia y la profundidad de la concepción cinematográfica de Vallejo han resistido admirablemente el paso de los años. LA GACETA ©
Gerardo Vallejo filmó "El camino hacia la muerte del viejo Reales" como una experiencia original del grupo Cine Liberación, en la que los elementos de la realidad iban dictando el armado de la trama y el guión que elaboró el propio Vallejo con la colaboración de Octavio Getino y Fernando Solanas. El resultado fue uno de los mejores documentales de la historia del cine latinoamericano.
Dentro del 23 Festival internacional de Cine de Mar del Plata, se realizó un homenaje al realizador tucumano que falleció el año pasado en Buenos Aires. En un breve acto que se llevó a cabo en uno de los cines en los que se desarrolla la muestra, el presidente del Festival, José Martínez Suárez, recordó a Vallejo con emoción.
"Era un hombre cabal, honesto, sencillo, trabajador, inteligente, culto y, sobre todo, valiente", señaló. "Hizo lo que tuvo que hacer como hombre: defender sus ideas hasta las últimas instancias", agregó Martínez Suárez, quien finalizó su intervención con un agradecimiento a Vallejo por su obra y por la valentía que demostró al vencer todas las dificultades que se le presentaron durante la realización de sus filmes.
La viuda del artista, Eva Piwowarski, recibió el recuerdo de manos del presidente del Festival y agradeció la decisión de recordar la obra del cineasta. Finalmente, el director artístico del Festival, Fernando Martín Peña, se refirió a las obras que se presentaron: un corto titulado "Ollas populares" y el largometraje sobre Reales. Peña subrayó la necesidad de que se tome conciencia sobre la importancia que tiene rescatar la obra cinematográfica de los realizadores argentinos. "Hace a nuestra identidad como pueblo", afirmó. Peña hizo referencia al valor del material que se exhibió durante el homenaje, ya que se trata de copias nuevas de filmes que estaban a punto de perderse. Detalló al respecto que uno de los actos de "El camino? " ya estaba perdido, y que debió reconstruirse a partir de fragmentos de otras copias a las que se pudo acceder.
Finalmente se proyectó el cortometraje "Ollas populares", un desgarrador documental con imágenes captadas en los ingenios cerrados durante la dictadura de Juan Carlos Onganía que pudo rescatarse gracias a que una familia, en cuya casa funcionaba una unidad básica en la que el filme se proyectaba, conservó el material durante décadas y finalmente lo puso en manos de los especialistas para que pudiera ser restaurado. Como cierre del homenaje, se proyectó "El camino hacia la muerte del viejo Reales". El aplauso que coronó el final de las dos proyecciones demuestra que la potencia y la profundidad de la concepción cinematográfica de Vallejo han resistido admirablemente el paso de los años. LA GACETA ©